Miércoles 28 de Noviembre de 2018

Entrevista al ganador del Gran Premio del Concurso de artesanías, Cristian Soriano

Con su obra “Cuchillo Picaso”, el maestro artesano recibió el galardón en el Concurso de Artesanías Tradicionales y Contemporáneas 2018, organizado por el Fondo Nacional de las Artes y el MAP.

Compartir en Redes

Conocido como “Tato” se inició en el oficio de orfebre en Azul, partido de la provincia de Buenos Aires en 2002 de la mano de Pedro Scalcini.
Aprendió dibujo y cincelado con el maestro Armando Ferreira de Olavarría.
Hoy día tiene su propia escuela y es Director de la Escuela de Platería de Azul.

¿Qué significa ser artesano para vos?

En principio, fue una elección de vida. Recuerdo de niño jugar a que era artesano. Me imaginaba detrás del puesto entre otras cosas. Ese juego lo plasmaba en la realidad desarmando pulseras de mostacillas y volviéndolas a armar.

En sí, mi inicio como artesano comienza en el año 2002 cuando comienzo a aprender platería en Azul. En ese momento trabajaba en relación de dependencia en un supermercado, y por gusto y curiosidad fue que comencé a aprender el oficio. Desde el primer día supe que era lo que quería y por eso fui. Cuatro años después renuncie al empleo para dedicarme de lleno al oficio.

¿Cómo fue tu proceso de aprendizaje?

Comencé como alumno en el 2002 en la Escuela de Platería de Azul. Escuela de la cual hoy soy su Director y Docente del Taller de Platería.
En el año 2011 invitado por el orfebre Juan Diab comienzo a viajar a Olavarria a tomar clases de dibujo y cincelado con el Maestro Armando Ferreira.
Al año siguiente, en abril del 2012 recibo la propuesta de Armando de comenzar a trabajar como docente en su escuela, lo cual más allá de la tarea de enseñar fue también y es un aprendizaje constante.

¿Por qué elegiste trabajar con el metal?

En principio fue la curiosidad, luego una necesidad personal de buscar alternativas ya que no me imaginaba toda la vida trabajando en un súper y posteriormente basado en cierto ideal de independencia, solventado en intentar hacer lo que me gustaba fue que me acerqué a los metales y básicamente a la platería.

¿Cómo fue el proceso creativo en la elaboración de esta obra?

Este trabajo fue un desafío. El oficio de la platería tiene la particularidad de que se emplean variadas técnicas. Una de ellas es la de fundición a la cera perdida. El proceso de esta obra comenzó con el tallado en cera propiamente dicho de la cabeza del gaucho para luego fundirla en plata. De ahí en más desarrollé el resto. La ornamentación de la pieza tiene mucho que ver con el estilo de platería que se hace en Olavarría, estilo que, por otra parte, es reconocido a nivel nacional y en donde lo preponderante es el cincelado de estilo barroco.

¿Qué querés transmitir con tu obra?

Considero que no siempre un trabajo debe trasmitir algo, aunque en sí la ornamentación que posea hable por sí sola, pero eso ya queda a la imaginación de cada uno. Si logra despertar algún tipo de emoción su objetivo está cumplido. Este trabajo en particular, inevitablemente y por preponderancia habla del gaucho. Hay en su cara cierto enojo, lo he charlado con él y me pidió reserva en ese sentido.