Historia de dos mundos

Desde el 12 de julio hasta el 14 de octubre, el Moderno presenta Historia de dos mundos que cuenta con más de 500 obras de 100 artistas y a través 16 núcleos temáticos hace su recorrido ocupando los cuatro pisos del museo y sus nuevas salas de exposición.

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En esta Historia de dos mundos no hay movimientos artísticos principales y secundarios, no hay “aportes” ni “contribuciones”: hay, sí, dos poderosas corrientes artísticas, la del arte europeo-norteamericano y la del latinoamericano, que a lo largo del tiempo a veces han fluido paralelas, otras se han juntado o cruzado; autónomas en lo que respecta a su identidad y a las maneras de relacionarse con sus respectivas realidades, interdependientes en lo que hace a su diálogo, sus colaboraciones, sus polémicas, sus rechazos. En esta nueva visión de la historia, el arte latinoamericano no completa ni complementa, ni llena el casillero de la diferencia, sino que conforma, en orgullosa paridad de hermanos —a veces fraternos, a veces rivales— un arte global y diverso, combativo y democrático.

Esta exposición establece un diálogo entre obras canónicas de Europa y Estados Unidos, desde 1944 hasta 1986, pertenecientes a la colección del Museum für Moderne Kunst de Frankfurt (MMK) y la historia del arte experimental latinoamericano desde 1944 —cuando se producen las primeras expresiones de los movimientos de arte concreto en la Argentina— hasta el fin de las dictaduras militares en la región, a fines de la década de 1980. La exposición fue organizada y curada por el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y el MMK, y participa del programa “Museo Global” de la fundación Kulturstiftung des Bundes. Se presentó en Frankfurt en noviembre de 2017 con una fuerte presencia de las colecciones del Moderno, en un encuentro que constituye un suceso inédito: por primera vez un museo europeo da acceso a que su colección sea examinada por curadores latinoamericanos.

Historia de dos mundos comienza explorando la gran agitación que sacudió los cimientos del arte latinoamericano en los años cuarenta y desató una intensa corriente experimental en numerosas ciudades. También indaga en el modo en que los artistas pensaron su rol en la sociedad y en el potencial del arte para transformarla, como respuesta a contextos muchas veces desgarrados por conflictos. Pretende así suscitar un debate sobre las reacciones de los artistas ante sus diferentes entornos sociopolíticos.

Curada por Klaus Görner, Victoria Noorthoorn y Javier Villa