El Registro Civil y Capacidad de las personas organizó casamientos por el Día de los Enamorados en el Rosedal de Palermo, el lugar más elegido por las parejas para casarse bajo el programa de "Casamientos en lugares emblemáticos", que se lleva a cabo desde hace más de tres años con más de 900 parejas que eligieron comprometerse en alguna de las 30 opciones que ofrece el Gobierno porteño.
A continuación, las historias de las parejas que se casaron este viernes 14 de febrero en el Rosedal.
Más de 900 parejas ya eligieron casarse en alguna de las 30 opciones que ofrece el Gobierno porteño
Bárbara Defoix Navarro y Emanuel Santiago Fiore
Con 24 años, Bárbara decidió mudarse a la Argentina para probar suerte en su carrera como periodista. Tenía la doble nacionalidad porque era hija de madre catalana y padre argentino. Emanuel había ido toda la vida al mismo colegio que la prima de Bárbara, Sofía, pero habían perdido el contacto años atrás. Se conocieron en un boliche y empezaros a hablar de fútbol. Se gustaron, pero no pasó nada. Unas semanas más tarde, se volvieron a ver. Cenaron, salieron a bailar y en plena noche porteña comenzaron una conversación que se transformó en toda una vida juntos. Al año empezaron a convivir y, poco antes de su quinto aniversario, Emanuel le pidió matrimonio a Bárbara. Este 14 de febrero se cumplieron seis años de aquel día.
Denise Gianvittono y César Dure
Se conocieron desde niños por asistir sus padres a la misma Iglesia, pero empezaron a ser más cercanos y posteriormente mejores amigos a partir de la adolescencia por medio de amigos en común. Es así que se convirtieron en confidentes, y escucharon todas las anécdotas e historias de amor del otro. Después de recibirse de la Universidad, César viajó a Nueva Zelanda para vivir allí un tiempo. A la vuelta, la relación fue mutando progresivamente a algo más, casi que sin darse cuenta. Pasó un tiempo hasta que se fueron de sus mentes el miedo y los reparos a perder la amistad, y decidieron dar un paso más para iniciar este camino como novios, y después comprometiéndose cuando Denise aceptó casarse con César en las alturas de un globo aerostático.
Camila Fontán y Matías Díaz
Ambos bailarines son profesionales de Tango. Vivían en distintas partes de la Ciudad: Camila en Villa Crespo y Matías en Pompeya. Se encontraron por primera vez en 2009 en una clase de tango que mezclaba la danza con el clown, una propuesta innovadora que proponía un amigo en común. Fue ahí cuando se abrazaron por primera vez en un ejercicio de teatro y sintieron algo especial. Con el tiempo descubrieron que iban a la misma universidad de Arte sin saber. Hoy llevan más de diez años juntos sumando experiencias, proyectos y trabajando como bailarines y organizadores de milongas en la Ciudad de Buenos Aires, todas experiencias construidas desde el amor.
Guillermo Díaz y Sofía Romero
Se conocieron en el 2007, ella con casi 14 años y él con 16, en un viaje que realizó el colegio a la provincia de Tucumán. Si bien vivían a unas cuadras de distancia, el flechazo aún no se había producido, por lo menos de parte de Sofía. Guillermo sí ya había tenido un acercamiento que no había sido correspondido. Hoy, con muchas aventuras compartidas, un hijo de 10 años y con casi 13 años de noviazgo, ya no siendo niños, decidieron formalizar la unión legalmente.