Miércoles 27 de Mayo de 2020

Madre e hija, voluntarias en la prevención contra el coronavirus

Marta y Cecilia son dos de los 1500 concientizadores voluntarios que le brindan información a vecinos y vecinas sobre la importancia del uso del tapabocas, el respeto al distanciamiento y los protocolos sanitarios, así como el cuidado de los adultos mayores durante la cuarentena en la Ciudad.

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Son las 10 de la mañana del lunes en Callao y Quintana; seis personas hacen cola en la puerta de un banco, tomando distancia y con estricto barbijo, cuando una adulta mayor llega y se ubica en el último lugar de la fila. “Venga señora, no tiene que esperar, tiene prioridad para que la atiendan”, le explica Cecilia Márquez. A unos metros de Cecilia está su mamá, Marta Segovia, quien con calidez y una sonrisa que se adivina tras el tapabocas sorprende a un peatón: “Señor, buenos días. Acuérdese que se debe cubrir también la nariz. ¡Muchas gracias!”.

Marta y Cecilia, madre e hija, forman parte del equipo de voluntarios convocados entre las filas de servidores públicos de la administración porteña para realizar durante la semana las tareas de concientización durante la cuarentena por coronavirus.

“Nuestra función es concientizar a la gente sobre el uso del barbijo, mantener la distancia de un metro y medio a dos metros, ordenar las filas y orientar al público en general”, contó Cecilia, quien hace dos semanas recorre junto a su mamá esta zona del barrio de Recoleta para informar y colaborar con las personas para que tomen los recaudos necesarios y así evitar la propagación del virus COVID 19

Así como Marta y Cecilia, unos 1500 servidores públicos del Gobierno porteño recorren 500 lugares de alto tránsito y circulación, como avenidas comerciales o zonas de bancos de la ciudad; la consigna siempre es promover la toma de conciencia a través del diálogo sobre las medidas de prevención como el uso responsable de espacios públicos, correcto uso del tapabocas y protocolos de distanciamiento, entre otros.

“Durante la semana su tarea es concientizar a los vecinos y vecinas sobre la importancia de continuar con el aislamiento social, preventivo y obligatorio para garantizar que el proceso de apertura comercial se dé de forma ordenada y respetando el protocolo sanitario”, explicaron desde el Gobierno porteño, quienes agregaron que el objetivo de esta acción es que los concientizadores puedan orientar a los vecinos en los inicios de la apertura de los comercios, así como velar porque se cumplan los protocolos de distanciamiento y cuidados necesarios, como el uso del tapaboca, brindar información sobre la circulación en la Ciudad y recomendar a los adultos mayores de 70 años que se queden en sus casas.

“La gente en general reacciona bien. Hay algunos que se resisten a uso correcto del tapabocas, pero la mayoría tiene buena predisposición”, agrega Cecilia, mientras su mamá asiente. “Muchos agradecen y lo toman como súper importante, otros no tanto, se enojan o te dicen que ya saben lo que tienen que hacer”, agrega en Marta quien con su hija viven en Caballito y desempeñan tareas en la mesa de entrada y sistemas de la comuna 5.

Pero la tarea de voluntariado de Cecilia y Marta no se limita a las calles de la comuna 2. “Siempre nos gusta ayudar, dar una mano solidaria. Lo hacemos juntas, cuando hay convocatorias tanto de organismos públicos o privados”, explicó Marta. “También ayudo a las personas mayores que viven en mi edificio, que son muchas, los ayudo en lo que necesitan o los acompaño al hospital”, agregó Cecilia. Es que otro de los ejes del operativo es difundir el uso del 147 entre los adultos mayores y recordar que pueden contar con los vecinos voluntarios que se anotaron en el Programa #MayoresCuidados para que los ayuden con las compras de alimentos y medicamentos.

“Está perfecto. Mucha gente no respeta las normas y hay que promover estas prácticas”, dijo Carolina, una vecina del barrio; a unos metros, un encargado de edificio en Quintana al 600 escuchó las recomendaciones de las voluntarias y agregó se apuró a buscar su barbijo. “¡Me lo había olvidado!”.

A las tareas de colaboradores como Marta y Cecilia se suman, los fines de semana, 1000 voluntarias para el recorrido 150 espacios verdes, entre parques y plazas. Allí además se difunden las consignas para circular durante una hora con hijos menores de hasta 15 años a cargo de un adulto, hasta 500 metros de la casa. “Los Servidores Públicos de todas las áreas de Gobierno que participan en esta acción, están en las calles, a disposición de los vecinos, en varios turnos”, explicaron desde el Gobierno porteño y agregaron: “Cuentan con todos los insumos de protección necesarios, además de una guía para la orientación de los vecinos en este marco tan particular”.

Así funciona el voluntariado

“Trabajamos en tres grandes ejes: el cumplimiento del distanciamiento; el uso correcto de barbijos y también invitamos a los vecinos a que se sumen a ayudar a los adultos mayores en su edificio, para evitar así que salgan”, explicó Jésica Lizarzoain, directora de servicios desconcentrados del Gobierno porteño y a cargo del grupo al que pertenecen Marta y Cecilia. “Tenemos un equipo de gente que camina la comuna desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde. Hay esquinas que, por la afluencia de público, hacemos un gran aporte. La distancia en la espera de los bancos suele ser más complicada, por eso nos aseguramos que les den prioridad a los adultos mayores, apelando a la buena educación y voluntad de los vecinos”.