El Gabinete de Apoyo Psicológico de Emergencias fue creado en 1994, a raíz del ataque terrorista perpetrado contra la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), constituyéndose en un espacio profesional para colaborar con la asistencia de aquellos llamados que no tenían que ver con emergencias policiales, sino con situaciones de crisis emocionales producto del atentado.
Lo que en un principio fue un número reducido de psicólogos creado para colaborar con la situación de emergencia, llegaría para el año 1997 a ser 12 profesionales –entre ellos el Dr. Mariano Brea y la Lic. Susana Bossia-. En muy poco tiempo se había conformado un grupo profesional idóneo y especializado en el tema de la asistencia a la víctima.
Los miembros del Gabinete asisten en llamadas telefónicas en el 911 que requieran asistencia psicológica y colaboran con el personal policial en intervenciones donde sea necesario contener a familiares de fallecidos por distintas situaciones que implicaban un trato muy sensible (como suicidios o accidentes de tránsito) o en casos de víctimas de abuso sexual o violencia familiar.
Actualmente, el Gabinete de Apoyo Psicológico de Emergencias de la Policía de la Ciudad es considerado uno de los pioneros en la especialidad de la contención de víctimas y familiares en nuestro país. Trabaja lo 365 día del año cubriendo las 24 horas, con profesionalismo y acabada vocación de servicio.
En un video exhibido durante la ceremonia, el psicólogo y miembro del Gabinete, Marcelo Gandolfo declaró que es un trabajo "muy intenso, muy estresante pero muy apasionante porque nos brinda la posibilidad de prestar ayuda vía telefónica o asistir a las víctimas y a sus familiares cuando tenemos una intervención externa.".
"Creo que el secreto de este trabajo está en mantener la disociación de saber que a uno no le está pasando esto y al mismo tiempo tener una dosis particular de identificación con el otro para poder entender la situación", agregó la psicóloga Viviana Rektor.
Durante el acto conmemorativo se entregaron medallas y diplomas a 22 profesionales, en un marco de profundo reconocimiento y emoción, por tratarse de un equipo surgido de la tragedia, pero que terminó por convertirse en un grupo fundamental para el respaldo de la tarea policial en la Ciudad de Buenos Aires.
