Jueves 27 de Mayo de 2021

El exigente curso para integrar el Grupo Especial de Rescate de Bomberos porteños

Durante 35 clases, los postulantes deben aprobar diferentes ejercicios para ganarse el prestigio de formar parte de un rama clave de la fuerza.

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El Grupo Especial de Rescate (GER) de Bomberos de la Ciudad tiene un exigente curso anual de formación para la elección de los nuevos operadores que trabajarán en situaciones límite de salvamento de personas.

“El curso dura siete semanas y cada una tiene diferentes ejercicios. Se arranca con pruebas básicas de cuerdas, los primeros nudos y el primer acercamiento a un rescate en altura. La segunda semana es de cuerdas avanzadas, donde ya se ven técnicas de rescate de suicidas, trabajo con péndulo y descenso con equipos respiratorios. Luego viene una semana de rescate técnico y se trabaja con sistema de trípode y canastos de rescate bajo normas internacionales de seguridad”, comentó el Comandante Flavio Chiappetta, Jefe de la Brigada de Rescate del Cuerpo de Bomberos de la Ciudad.

Y agregó: “Después hay una semana en estructuras colapsadas, que es una especialidad que tiene el Grupo de Rescate que asiste ante una situación de derrumbe y búsqueda de víctimas sepultadas. Y por último, en la séptima semana se hacen distintas pruebas, hay un ejercicio grupal y otros de manera individual, hay una natación larga en el Río de la Plata y se trabaja con helicópteros de Policía de la Ciudad”.

El curso está abierto a todas las fuerzas de seguridad y cuenta con exámenes físicos y pruebas técnicas, en las que los postulantes son exigidos al máximo y llegan al final los 35 mejores, que serán especialistas en rescates con cuerdas, acuáticos, técnicos y en estructuras colapsadas.

“El GER entra en acción para salvamentos en altura, salvamentos acuáticos, estructuras colapsadas, derrumbes, incendios donde haya personas atrapadas y todo lo que tenga que ver con personas en peligro que no puedan ser rescatadas por fuerzas convencionales”, expresó el Subteniente Cristian Damián Atampi, uno de los instructores del curso.

Atampi aseguró que “para formar parte del GER, la persona tiene que ser completa, tiene que estar muy bien físicamente y mentalmente, donde el estrés no la afecte para realizar una tarea compleja”.

“El GER es un estilo de vida, es algo muy complejo, para nosotros es orgullo, tenemos un sentido de pertenencia y exigencia constante”, afirmó el instructor.

Chiappetta comentó que “durante el año de pandemia se tuvo un promedio de un rescate por semana y el 95 por ciento de ellos fueron exitosos, es decir, que se pudo rescatar a la persona o reducir al suicida con las intervenciones”.

El Subteniente Leonardo Falcón, perteneciente al cuerpo de Bomberos de la Ciudad en la Estación Novena de Versalles, es integrante del curso y tiene como gran ilusión ser parte del GER y vestir el traje naranja que identifica al Grupo Especial de Rescate.

“Pertenecer al GER significaría llegar a lo máximo en el cuerpo de Bomberos, es la mayor exigencia teórica-práctica que uno puede tener”, afirmó el Subteniente, tras aprobar la prueba de cuerdas de la segunda semana de entrenamiento.

El GER entra en acción cuando hay situaciones límite de rescate o cuando la fuerza que interviene necesita material especializado. Allí se enciende la “luz naranja” que alimenta la esperanza en un momento crítico.