Jueves 20 de Junio de 2019

"Huaca", una nueva escultura que se incorporó al Parque de la Memoria

El espacio público de memoria y reflexión sumó una obra de Germán Botero. Tiene una particularidad: es horizontal. Predomina el mármol y tiene un circuito de agua.

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"Huaca" es una nueva escultura que se construyó en el Parque de la Memoria. Luego de siete años, el espacio público sumó esta nueva obra realizada por el artista colombiano Germán Botero, que ganó el Concurso Internacional de Esculturas Parque de la Memoria 1999. El trabajo fue realizado por la Vicejefatura de Gobierno, junto a la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluaralismo Cultural.

Es una escultura horizontal de 10,40 metros por 7,20 metros y una altura máxima de 55 cm. En las culturas andinas se denomina “Huaca” al lugar donde se realiza el intercambio simbólico entre la vida y la muerte

De la inauguración participaron el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, el ministro de Cultura, Enrique Avogadro, el secretario de Desarrollo Ciudadano, Matías López y la Subsecretaria de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Pamela Malewicz, entre otras autoridades.

Es una escultura horizontal de 10,40 metros por 7,20 metros y una altura máxima de 55 cm.



La nueva pieza cuenta con varios planos horizontales que combinan los colores negro, blanco y terracota, el material predominante es mármol y cuenta con un circuito de circulación de agua que le aportará el elemento representativo de la vida. Cuando los visitantes la recorran podrán percibir el sonido de la correntada surcando la escultura.

La obra de arte hace referencia a la dislocación que provoca la ausencia de un rito funerario (característica de muchos de los detenidos-desaparecidos) y a la rotura que esta ausencia produce, no sólo de los lazos afectivos con nuestros seres queridos sino también en relación al cosmos. Así, funciona como un espacio ritual que connota nuestra relación con la tierra a la cual pertenecemos e incluye la presencia del agua como elemento de vida.

La nueva pieza cuenta con varios planos horizontales que combinan los colores negro, blanco y terracota.



Parque de la memoria: un monumento para visitar y no olvidar

El Parque de la Memoria y Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado es un lugar de homenaje y reflexión. Su respetuoso silencio está destinado a homenajear a las víctimas del terrorismo de Estado en la Ciudad. Son 14 hectáreas, junto al Río de la Plata, donde se conjuga arte, respeto, educación y,fundamentalmente, memoria.

La idea nació de inquietudes de distintos organismos de derechos humanos, a fines de 1997. Fue una iniciativa puntual de homenajear a los desaparecidos del Colegio Nacional Buenos Aires.

“Es un monumento que se mantiene en construcción permanente. Está organizado por años (desde 1969 a 1983) y alfabéticamente, pero al mismo tiempo hoy en día seguimos investigando e intercambiando información con distintos organismos estatales”, cuenta Tomás Tercero, responsable de las Relaciones Institucionales del Parque de la Memoria.

El Parque de la Memoria y Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado es un lugar de homenaje y reflexión.



El monumento comienza con las represiones que sufrieron los levantamientos populares de distintas ciudades del país en 1969 (como el “cordobazo” o el “rosariazo”), e incluye diversos acontecimientos represivos que ocurrieron en los años previos al inicio de la última dictadura militar. A modo de ejemplo, se puede mencionar la Masacre de Trelew, la Masacre de Ezeiza, el accionar de la Triple A o el Operativo Independencia.

Está compuesto por cuatro estelas de hormigón que contienen treinta mil placas de pórfido patagónico. Los nombres se encuentran ubicados cronológicamente, por año de desaparición y/o asesinato, y por orden alfabético; además, se indica la edad de las víctimas y se señalan los casos de mujeres embarazadas.

En ese recorrido aparecen historias que marcan profundamente. Como esos ochos nombres de 1969, entre los 15 y los 49 años, a quienes oficialmente se podría definir como los primeros desaparecidos del país. O incluso los últimos doce, de 1983, ya casi en tiempos de Democracia.

"Cuando se originó la idea de llevar a cabo el monumento, uno de los requisitos que pedían los organismos es que estuviera ubicado en las cercanías del Río de la Plata, principalmente por los vuelos de la muerte. Es una de las grandes diferencias de este sitió de memoria que no funciona donde funcionó un centro clandestino de detención", dice Tercero.

Inauguramos la escultura “HUACA” del artista Germán Botero en el Parque de la Memoria, que fue realizada especialmente para este espacio. Mide más de 10 metros y cuenta con un circuito de circulación de agua que representa la vida. pic.twitter.com/zbXthLdONy

— Buenos Aires Ciudad (@gcba) June 14, 2019