Jueves 23 de Enero de 2020

La comunidad boliviana celebró la Fiesta de la Alasita en honor al Ekeko

Como cada año, se festejó una de las ancestrales tradiciones de Bolivia para conmemorar al dios de la abundancia.

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La colectividad boliviana celebró por noveno año consecutivo la Fiesta de la Alasita y el último viernes, el barrio de Villa Lugano fue una extensión del país hermano.



Durante toda la jornada hubo espectáculos artísticos, con la presencia de las Fraternidades de Tinkus y Salay Caporales los de Tupiza, el grupo autóctono Comunidad Markasata, los grupos folclóricos Munay Llajta y Jacha Uruy, así como stands gastronómicos donde se pudieron degustar platos regionales como el paceño (tradicional de alasita), sajta de pollo y phisara de quinoa. Además, en los stands culturales todos los vecinos disfrutaron de una de las fiestas más tradicionales de Bolivia.

“Esta celebración se lleva a cabo año tras año para honrar al Ekeko, el dios de la abundancia. Y para eso, la gente viene y adquiere en la feria estas miniaturas llamadas Alasitas para que se hagan realidad con el correr del tiempo”, explica Felipa Quispe, presidente de la Asociación Vendedores Independientes, Artesanos y Artistas del Parque Indoamericano.

En el evento, tal cual detalla Felipa Quispe, se rindió honor al Ekeko (dios de la abundancia). Esta tradición es un elemento cultural común de la sociedad boliviana y una de las fiestas más importantes de Bolivia. Allí, el público adquiere durante todo el día las famosas Alasitas (en el idioma aimara significa comprame), unas miniaturas referidas a distintos elementos del hogar como dinero, autos, casas y ropa, entre otros, encomendándolas al Ekeko para que las transforme en realidad en el futuro.


Todas las miniaturas fueron sometidas a un ritual denominado challa, rito andino que incluye una rociada con alcohol o vino, pétalos de flores, sahumerio, adornos coloridos y oraciones que mezclan tradiciones prehispánicas y católicas.

En Bolivia, la fiesta de la Alasita se celebra cada 24 de enero en la ciudad de La Paz y se prolonga durante unas tres semanas.

Esta acción fue encabezada por la Vicejefatura de Gobierno porteña, a través de la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, que durante el evento contó con un Centro de Información y Orientación al Migrante. Este funcionó como espacio de encuentro y asesoramiento para toda la población migrante, con personal capacitado para asistirlos sobre sus derechos y trámites en la Ciudad.