Beneficios del arbolado

Una buena planificación, diseño y manejo de nuestro arbolado urbano, generará importantes beneficios que mitigarán gran parte del impacto ambiental que es producido por el crecimiento de la Ciudad.

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Los árboles son seres vivos que pertenecen al reino vegetal. A lo largo de su vida son capaces de crecer y desarrollarse, modificando el entorno y generando cambios a su alrededor. Cuando los árboles crecen asociados a un ecosistema urbano, las modificaciones producidas se traducen en beneficios ambientales que suavizan los efectos negativos del desarrollo urbano convencional. Es por ello que su existencia dentro de la Ciudad de Buenos Aires es indispensable para el desarrollo de una vida más placentera.

Dentro de los múltiples servicios que nos brindan, podemos mencionar diferentes aspectos de interés cívico, como los beneficios ambientales, urbanos y sociales .

 

Ambientales

  • Absorción de CO2: los árboles asimilan el dióxido de carbono del aire y lo utilizan para su crecimiento.
  • Liberación de O2: durante el proceso de fotosíntesis se libera oxígeno atmosférico, el mismo que utilizamos para respirar.
  • Purificación del aire: los árboles son capaces de absorber distintas sustancias del aire e incorporarlas a sus tejidos, liberando aire más puro.
  • Disminución de contaminantes atmosféricos: algunas sustancias contaminantes o nocivas del aire quedan retenidas dentro de los árboles.
  • Retención de partículas de polvo: muchas partículas en suspensión del aire quedan adheridas en la superficie de las hojas.
  • Reducción del efecto invernadero: los árboles absorben distintos gases del aire que influyen sobre el efecto invernadero (GEI), como el dióxido de carbono, el monóxido de carbono y el dióxido de azufre, entre otros.
  • Mitigación del cambio climático: al disminuir los niveles de gases de efecto invernadero (GEI), los árboles cumplen una importante función en la regulación del clima a nivel local y global.
  • Fijación del suelo: las raíces de los árboles, muchas veces asociadas a hongos benéficos del suelo, son capaces de sujetar y asentar el suelo a su alrededor, incluso en zonas con pendientes pronunciadas.
  • Intercepción de las precipitaciones: las copas de los árboles retienen o disminuyen el impacto de las gotas de lluvia previo a llegar al suelo, moderando los efectos de las lluvias extremas y distribuyendo el agua a su alrededor.
  • Captación del agua de lluvia: las raíces de los árboles mejoran la estructura del suelo y favorecen la infiltración de las precipitaciones. A su vez, el agua es absorbida por sus tejidos reduciendo el nivel y la velocidad de la escorrentía de una tormenta, evitando posibles daños por inundaciones.
  • Purificación del agua: muchas sustancias contaminantes diluídas en el agua son retenidas en los tejidos de los árboles, reduciendo o eliminando costos de tratamiento del agua y/o problemas en su calidad.
  • Transpiración: el agua del árbol es liberada a la atmósfera como vapor de agua, a través de los estomas (poros) de las hojas. El vapor de agua disminuye la temperatura de las hojas, de la vegetación y del aire.
  • Disminución de la erosión del suelo: al disminuir el impacto de las gotas de lluvia por intercepción y el nivel e intensidad de la escorrentía luego de una tormenta, los árboles evitan o reducen la pérdida de permeabilidad y fertilidad del suelo.
  • Conservación de la energía: muchos árboles, sobre todo aquellos de hoja caduca, son capaces de interceptar la radiación solar evitando que caliente la superficie de las edificaciones en verano, reduciendo así el coste energético de mantener una temperatura agradable en nuestros hogares. Lo inverso ocurre en invierno, cuando los rayos solares no son captados por el árbol e inciden sobre los edificios, brindando calor en épocas de frío.
  • Alimento para fauna silvestre: muchos árboles producen frutos y semillas comestibles para diversos animales de interés social, como colibríes, distintas especies de aves, mariposas y otros insectos benéficos.
  • Refugio para la fauna silvestre: algunos animales necesitan de la presencia de árboles para protegerse, fuera del alcance de sus depredadores naturales.
  • Mantenimiento de la biodiversidad: la presencia de diversas especies arbóreas genera el hábitat para diversos organismos, que regulan procesos ecológicos y mantienen el equilibrio del ecosistema urbano.

 

Urbanos

  • Mejora del paisaje: la presencia de árboles y bosques urbanos puede hacer de la Ciudad un lugar más placentero para vivir, trabajar y utilizar el tiempo libre.
  • Amortigua ruidos: las hojas y ramas reducen el ruido transmitido, provocando su dispersión y posterior absorción por el suelo. A su vez, los árboles pueden ocultar ruidos al generar sus propios sonidos, como el viento que mueve las hojas o las aves cantoras.
  • Amortigua vientos: los árboles afectan la corriente del viento, modificando su dirección y velocidad.
  • Ofrece sombra: las copas de los árboles proporcionan sombra a los habitantes, fundamental en épocas del año con mayor temperatura e insolación.
  • Reduce la superficie de asfalto que refleja el sol: las hojas absorben la energía solar. De esta manera, se evita que los rayos incidan sobre el asfalto y eleven la temperatura del entorno urbano.
  • Refresca y humedece el aire: los árboles transpiran vapor de agua a través de poros en sus hojas (estomas), reduciendo la temperatura del follaje. Al mismo tiempo, el viento mueve las masas de aire generando un efecto refrescante a nivel global.
  • Reducción de gastos para los habitantes: la presencia de árboles en entornos urbanos disminuye los costos asociados a la refrigeración y calefacción de las edificaciones.
  • Reduce la “isla de calor urbano”: las grandes ciudades pavimentadas tienden a sufrir un aumento de la temperatura por reflexión de rayos solares que inciden sobre asfalto y edificaciones. Los árboles son capaces de captar esa energía, moderando las temperaturas locales.

 

Sociales

  • Generan espacios de encuentro: los bosques urbanos facilitan el uso del tiempo al aire libre y dan oportunidades de recreación y encuentro social.
  • Producen sensación de pertenencia: la participación activa de los ciudadanos en plantaciones de árboles enriquece el sentido comunitario de identidad social. Son íconos representativos de cada sitio: en la Ciudad existen árboles históricos, notables, monumentales y singulares, protegidos por su alto valor cultural y patrimonial.
  • Aumentan el valor residencial y comercial: los parques y corredores verdes se asocian al incremento del valor de las propiedades cercanas.
  • Mejoran la calidad de vida: los paisajes urbanos asociados a bosques urbanos y elevada vegetación produce un estado fisiológico más distendido en los habitantes, reduciendo el estrés y mejorando la salud física.
  • Evitan golpes de calor: los efectos combinados de los árboles sobre la radiación solar, el viento, la transpiración de vapor de agua y el enfriamiento por el viento, afectan la temperatura del aire y el clima a nivel local. La cubierta de árboles regula las temperaturas máximas, evitando problemas de calor sobre los habitantes en épocas estivales.
  • Reducción de rayos UV: las plantas producen pigmentos capaces de absorber los rayos ultravioletas del sol como mecanismo de defensa. De esta manera, nos protegen de sus efectos nocivos y se evitan enfermedades en la piel.
  • Ayudan a generar conciencia ecológica: disfrutar de los beneficios de los árboles en entornos urbanos permite que los habitantes reflexionen sobre la importancia de la naturaleza y el cuidado del ambiente.
  • Generan posibilidades de participación ciudadana: existen numerosas actividades desarrolladas en conjunto con los miembros de la comunidad en torno a la plantación y el cuidado de árboles y la vegetación dentro del ecosistema urbano. Esto genera posibilidades de encuentros sociales, extensión, enseñanza e intercambio de ideas.

Plantar un árbol es una manera de dar vida y construir futuro.