Lunes 24 de Octubre de 2022

Los suelos secos toman menos agua

Aunque parezca una paradoja, esos son los resultados de la experiencia que aquí les contamos

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Durante lo que queda del 2022, se prevén lluvias escasas y períodos prolongados de sequía en la región central del país, según el pronóstico Climático Trimestral del Servicio Meteorológico Nacional. Es en esta región, en la que se encuentra la ciudad de Buenos Aires, donde impactará más fuerte el fenómeno de “La Niña”, pronosticándose que las lluvias serán casi un 60% menos abundantes de lo normal.

El pasado 15 de octubre se cumplió un período de 22 días consecutivos sin lluvias (mayores a 1 mm) en la ciudad, con un acumulado de 22 a 29 mm en las estaciones del SMN (Villa Ortúzar y Aeroparque) que determinó que septiembre 2022 fuese el 4to. más seco desde 1981.

En el Jardín Botánico, prácticamente el 100% de la superficie recibe riego por aspersión, a fin de mantener la humedad adecuada en el suelo para el crecimiento de las raíces. El riego se realiza con agua de bombeo y se aplica en todo momento del día, cuando las plantas así lo requieran.

Este aspecto de la gestión iniciada en 2010 es de suma importancia para la supervivencia de las especies que conforman la colección científica viva del Jardín. Si no se mantuviera un nivel adecuado de humedad en los suelos, las especies vegetales y toda la cobertura sufriría consecuencias adversas.

Esto fue comprobado a partir de una experiencia realizada en el Harris Botanic Garden (Reino Unido) por el Dr. Robert Thompson, del Departamento de meteorología de la Universidad de Reading y que replicamos en nuestro Jardín, para averiguar qué sucede bajo un escenario de sequía con la capacidad de absorber el agua que tiene el suelo.

Dos recipientes de 250 cc, llenos de agua, se colocaron boca abajo sobre un suelo húmedo, con césped (gracias al riego frecuente) y sobre un suelo muy seco (que no había recibido agua por varios días) y se cronometró la absorción del agua.

El suelo con césped húmedo tardó apenas 2 minutos en absorber toda el agua; mientras que el suelo seco tardó casi 2 horas (120 minutos) en absorber el agua del recipiente.

Como conclusión, los terrenos sometidos a sequía intensa se compactan y se convierten en solados rígidos, tan poco permeables como el cemento.

Si esto sucede, una lluvia intensa se deslizará sobre la superficie sin penetrar rápidamente, produciendo escorrentía, inundaciones y erosión.

Podés ver nuestra experiencia en YouTube: Los suelos secos toman menos agua

Te invitamos a reproducirla en tu jardín, ver los resultados y, si querés, compartirlos con nosotros en nuestras redes.

Y no dejes de visitar el Jardín Botánico!!