Teodoro Meyer

Conocé más sobre él.

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Nació en Pehuajó, provincia de Corrientes, el 11 de diciembre de 1910, en el seno de una familia de inmigrantes alemanes. Sus primeras experiencias botánicas las realizó junto a su tío, el destacado botánico Augusto Schulz.

Estudió botánica en la Universidad de Quito, Ecuador. Luego desempeñó su trabajo en el área de Botánica y Fitogeografía en la Universidad Nacional de Tucumán, en la "Sección Sistemática Fanerogámica" del Instituto Miguel Lillo, y también en las universidades de Córdoba y países vecinos como Ecuador y Perú.

En 1956 fundó en Tucumán la Sociedad Amigos del Árbol, que presidió en varias oportunidades. Realizó viajes de exploración y reconocimiento desde la Patagonia hasta el Orinoco, aportando ejemplares al herbario del Instituto Miguel Lillo. Describió más de 40 especies nuevas para la ciencia y publicó más de 60 trabajos científicos. Se interesó también acerca de las propiedades medicinales de diversas plantas indígenas, realizando investigaciones inéditas; su conocimiento sobre el tema hizo que varios laboratorios internacionales lo tuvieran como asesor botánico.

En 1967, junto con su gran amigo el farmacéutico Antonio A. Ferro descubrió propiedades medicinales en la parte interna de la corteza del lapacho (Handroanthus impetiginosus- Tabebuia avellanedae) derivadas de la presencia de varios principios activos: flavonoides y naftoquinonas como betalapachona y dehidrolapachona. La corteza contiene al menos otros 20 compuestos activos, incluyendo la quercetina y diversos flavonoides. De esta manera, el producto lapachol, té natural, se hizo famoso en el mundo como fortalecedor del sistema inmunológico humano. A través de estudios científicos se conoció que la parte interna de la corteza de lapacho, de uso tradicional y popular, tenía acciones farmacológicas como agente antitumoral, analgésico y antiinflamatorio. También con efectos beneficiosos en enfermedades tales como diabetes, anemias, reumatismo y úlceras.

Entre las numerosas publicaciones realizadas figuran: “Las especies de Menodora (Oleaceae) de Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay”, Lilloa 28; “Flora ilustrada de la provincia de Tucumán”; “Estudios sobre la selva tucumana: la selva de Mirtáceas de las pavas”; “Dos géneros de Bignoniáceas nuevos para la flora argentina: Paradolichandra y Tanaecium”; “Las especies argentinas de los géneros Funastrum y Philibertia”. La comisión Nacional de Cultura de la República Argentina premió su obra “Flora del Chaco” con el "Premio Regional NEA" en 1937 y por “Revisión de las especies argentinas del género Oxypetalum (Asclepiadaceae)”, Lilloa 9, en 1944.

En 1965 su libro “Estudios sobre la selva tucumana”, que le demandó más de 20 años de trabajo, fue merecedor del 1º Premio Nacional de Ciencias (1960-1965).

Murió en Tucumán el 7 de abril de 1972. Como homenaje a su labor botánica en América y en Europa le dedican su nombre en más de doscientas especies vegetales: Tropeolum meyeri; Juelia meyeri; Aloysia meyeri; Eichhornia meyeri; Astracantha meyeri ; Portulaca meyeri; Anacampseros meyeri; Primula meyeri ; Rhamnus meyeri ; Schinus meyeri , entre otras. En la provincia de Tucumán también se le rinde homenaje en calles y plazoletas.