Elías Ramón de la Sota

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Elías Ramón de la Sota nació en San Miguel de Tucumán el 27 de septiembre de 1932. De joven manifestó un gran interés por las ciencias naturales. Cursó el secundario en la Escuela de Agricultura y Sacarotecnia de la Universidad Nacional de Tucumán y durante los veranos viajaba a Córdoba para recolectar plantas.

Ingresó a la Escuela Universitaria de Ciencias Naturales del Instituto Miguel Lillo donde también trabajaba como Bibliotecario. Realizó el Doctorado en ciencias biológicas, orientación botánica, en el mismo Instituto. Su tesis doctoral fue la primera en obtener la orientación en botánica, se tituló “Polypodiaceae y Grammitidaceae Argentinas”. Su presentación fue calificada como sobresaliente “suma cum laude”, siendo así recomendada para su publicación. Desde aquel momento toda su formación y pasión en investigación se centró en los helechos, con una especial atención al grupo de las polypodiáceas, realizando valiosos aportes al conocimiento de su diversidad en América, a través de las Floras regionales y trabajos científicos que incluyen aspectos biogeográficos y morfológicos.

Después de concluir una beca de investigación en Brasil, se hizo cargo de la Cátedra de Morfología Vegetal en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata en septiembre de 1962.

En el año de 1963 concretó una estadía de un año en el Departamento de Botánica de Ann Arbor, en la Universidad de Michigan mediante una beca de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation. Posteriormente emprende varios viajes de recolección de ejemplares botánicos por distintos lugares de Centro América y América del Sur, patrocinados por distintas instituciones extranjeras. Un juego de estas importantes colecciones se encuentra depositado en el herbario del Museo de Ciencias Naturales de La Plata (LP).

Al establecerse en La Plata como docente, trató de estimular los estudios en helechos y licófitas, conformando un grupo de discípulos distribuidos en diferentes partes del país. Esta predisposición por compartir sus conocimientos se evidencia en su participación como director de 14 tesis doctorales. Su incansable labor como orientador de investigadores y alumnos fue reconocida por el Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Plata al nombrarlo Profesor Extraordinario en categoría Consulto por sus méritos en docencia. Se destaca además, que dentro de los reconocimientos científicos le fueron dedicadas dos especies: Piper sotai Yunck. y Lycopodium sotae Rolleri.

Su espíritu naturalista y su inquietud por conocer la diversidad florística lo llevaron desde muy joven junto a su hermano Adolfo a realizar colecciones botánicas, recorriendo la provincia de Córdoba y más tarde en diversos países de América (Chile, Uruguay, Bolivia, Brasil, Venezuela, Colombia, Costa Rica, México, U.S.A.) hallándose ejemplares de sus colecciones en un gran número de herbarios de instituciones americanas y europeas. Su interés por relacionarse con especialistas de diversos países, hizo que participara en varias sociedades científicas, pero su mayor compromiso y participación fue con la Sociedad Argentina de Botánica.

Su entusiasmo por la investigación quedó impreso en aproximadamente 120 publicaciones, y una de ellas, la Flora de Jujuy, se convirtió en la referencia obligada para el estudio de los helechos y licófitos del norte de Argentina.

Murió el 21 de enero de 2014. Sus líneas de investigación y filosofía científica se sintetizan muy adecuadamente en el preámbulo de su curriculum vitae que se transcribe a continuación:

Traté de estimular el desarrollo de los estudios en helechos y grupos emparentados, conformando un conjunto de discípulos muy activos y que se hallan ubicados en diferentes partes del país y del extranjero, como Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Jujuy, Salta, Tucumán, Chile. Puse preferencia en el Neotrópico, poniendo particular énfasis en su morfología comparada e intermedia, homologías de posición, homofilias hipotéticas, paralelismos, dimorfismo foliar, nerviación, alimentación de las áreas receptaculares, conexiones, rutas migratorias y estaciones intermedias en la temática biogeográfica. Usando esas evidencias he tratado de interpretar el origen y desarrollo de la biodiversidad florística en el Cono Sur de América. Continúo aportando datos para estructurar los tres centros de diversificación en el Cono Sur y las relaciones entre Brasil austral, los bosques andino-patagónicos y el arco peripampásico. Presto particular atención al epifitismo y dimorfismo foliar, procurando el encuentro de biomonitores ambientales adecuados para fijar pautas de contaminación ambiental y alteraciones, sobre la base de pelos y escamas de penetración en el mesófilo, tipo “tilandsioide”. En resumen, uso los helechos y grupos emparentados como conjuntos “piloto” en esos procesos. Me considero ubicado dentro de la teoría “filomista”, contraria a la teoría telomista, apoyando la postura de que la forma condiciona la estructura y que filogenéticamente la secuencia de los órganos fue expansión laminar-raíz-eje caulinar.