Armando Theodoro Hunziker

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Nacido en Chacabuco, provincia de Buenos Aires, el 29 de agosto de 1919 en el seno de una familia suiza, comenzó la carrera de Agronomía en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires, graduándose en 1945 con un promedio cercano a 9, con una tesis dirigida por el Profesor Ing. Agr. Lorenzo R. Parodi referido al género Cuscuta de Argentina y Uruguay. Hunziker siempre recordó con admiración y afecto a su maestro y agradeció el hecho de habérselo cruzado en su camino universitario.

En enero de 1945, con sólo 24 años y en el marco de una beca de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias, se instala en la Universidad Nacional de Córdoba para clasificar, ordenar y conservar sus herbarios. La misma Asociación, en 1948, le proporcionaría otra beca para trabajar en la universidad de Harvard (EE.UU.) con el reconocido botánico Irving. W. Bailey. En 1954 estuvo trabajando bajo el patrocinio del Consejo Británico, en el Real Jardín Botánico de Kew (Inglaterra).

Con una tremenda energía dirigió, desde 1947 y hasta 1998, al Museo Botánico de Córdoba. Desde allí encauzó las vocaciones de jóvenes que querían dedicarse a la investigación botánica, favoreciendo sus estudios con todos los medios necesarios. Con tal fin, tuvo a su cargo la dirección de becarios, de alumnos de la carrera del Doctorado en Ciencias Biológicas y de investigadores.

Para canalizar el caudal de los manuscritos que se iban produciendo, fundó y dirigió las revistas Kurtziana en 1961 y Lorentzia (de aparición esporádica) en 1970. Desde 1961 tuvo una posición permanente en la Carrera del Investigador de CONICET, habiendo llegado a sus máximos escalones (Superior y Emérito) y pertenecido a su Directorio (1991-1994). En 1983, creó el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (CONICET-Universidad Nacional de Córdoba) integrando a los botánicos interesados en anatomía, morfología, embriología, citología y taxonomía, con químicos, fisiólogos y ecólogos vegetales, siendo su Director desde su fundación hasta 1996.

Como docente, supo transmitir su apasionamiento por la investigación, por la Botánica y por la flora argentina. Antes de establecerse en Córdoba, enseñó en la Universidad Nacional del Litoral (Facultad de Agricultura, Ganadería e Industrias Afines) entre 1944 y 1945. Pero fue en la Universidad Nacional de Córdoba, específicamente en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (Escuela de Biología), donde fue Profesor desde 1947 hasta 1982 cuando se jubiló de esta actividad.

Aunque dictó varias asignaturas, Plantas Vasculares era su fuerte. Si bien desarrolló su actividad académica básicamente en el ámbito de la Biología, fue uno de los profesores que intervino en la creación de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba, a partir del que fuera Instituto de Ciencias Agrarias.

Su obsesión y su entusiasmo por los estudios de sistemática de fanerógamas nativas, especialmente en las Solanaceae, lo llevaron a trabajar intensamente hasta en días feriados. En las largas horas de estudio en el Museo como en los viajes de campo, no existía frío, lluvia o sol que impidiera que de día se observaran y recolectaran plantas, y de noche se las procesara. Su ardor por las plantas y el estudio fueron, aún con mayor intensidad, su refugio silencioso, cuando en 1976 tuvo que sobrellevar la desaparición de tres de sus cinco hijos.

Desde 1943, cuando apareció su primer artículo en la Revista Argentina de Agronomía, le siguieron unos 150 publicaciones sobre diferentes aspectos de la taxonomía y morfología de angiospermas, incluyendo una valiosa monografía sobre los pseudocereales usados por aborígenes americanos (Hunziker, 1952). Sus contribuciones más relevantes se relacionan con las Solanaceae, familia de enorme importancia económica a la cual le dedicara 50 años de su vida. Participó en todas sus conferencias internacionales, siendo reconocido en una de ellas por sus “long and distinguished efforts and notable contributions to the study of Solanaceous plants” (St. Louis, 1982).

El resultado se concretó en el libro: “Genera Solanacearum. The Genera of Solanaceae Illustrated Arranged According to a New System” (2001). En esta obra Hunziker presenta una síntesis de su minucioso conocimiento y comprensión de toda la familia, presentando asimismo un nuevo sistema de clasificación. Realizado con sus habilidades particulares de observación, de discriminación e ilustrado magistralmente, tiene, además, el valor de ser el primer trabajo de conjunto desde que Wettstein, en 1891, publicara las Solanaceae para el libro Die natürlichen Pflanzenfamilien.

En lo concerniente a sus esfuerzos para hacer conocer nuestra flora nativa, entre 1982 y 1985 dirigió el Programa de CONICET Floras Regionales (PROFLOR) y desde 1990 al momento de su deceso, el Programa Flora Fanerogámica Argentina (PROFLORA) de la misma institución. Editó una herramienta fundamental: “Los géneros de Fanerógamas de Argentina. Claves para su identificación” en 1984. Sobre la base de un manuscrito inédito del belga Lucien Hauman, convocó a prácticamente todos los botánicos activos de la época para que lo actualizaran. En 1994 inició la ambiciosa publicación de la Flora Fanerogámica Argentina, en forma de fascículos editados por CONICET, llenando una necesidad tanto de nuestro medio como de Sudamérica. Se completaron alrededor de 105 fascículos, quedando varias regiones del país pendientes para completarlo.

Recibió muchos honores en su carrera, entre ellos: premio Eduardo L. Holmberg (1943), becario del British Council (1954), miembro de la Academia Nacional de Ciencias (1959) y de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria (1980), dos veces becario de la Guggenheim Foundation (1961/62, 1979/80), premio Weizmann (1968); fue Presidente de la Sociedad Argentina de Botánica (1980 / 83), Profesor Honorario de la Universidad de Buenos Aires (1981) y Emérito de la Universidad Nacional de Córdoba (1989), premio Konex de platino en Botánica y Paleobotánica en 1983, miembro correspondiente de la American Society of Plant Taxonomists (1990) y de la Botanical Society of America (1993).

Fue un científico dedicado, talentoso y productivo, que amaba por igual a la música y a los libros. Fue un incansable trabajador de la Botánica, o de la scientia amabilis como él prefería llamarla, parafraseando a L. R. Parodi, el “patriarca de la botánica argentina”.

Murió en Córdoba, el 12 de diciembre del 2001. Se le rinde homenaje en el género Hunzikeria y en las especies Manihot hunzikeriana, Cuatresia hunzikeriana, Physalis hunzikeriana, Capsicum hunzikerianum, entre otras.