Vías lagrimales y traumatismos

Aquí encontrarás las preguntas y/o consultas más frecuentes, con sus respectivas respuestas.

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Su funcionamiento puede estar alterado por:

1) Dacriocistitis

La dacriocistitis es la infección del saco lagrimal causada por la obstrucción del conducto nasolagrimal. Se puede producir de forma repentina (aguda) o ser de larga evolución (crónica).

Dacriocistitis aguda
La zona que rodea el saco lagrimal está inflamada y dolorida y la zona alrededor del ojo se enrojece, lagrimea y supura. Puede salir pus por el orificio lagrimal (la abertura en el ángulo interno del ojo, cerca de la nariz). Ante esta patología se debe concurrir a la guardia, ya que el tratamiento debe iniciarse de manera rápida (con antibióticos locales y por vía oral).

Dacriocistitis crónica
Se ve un abultamiento de la piel a nivel del saco lagrimal, muy similar a la dacriocistitis aguda, pero sin inflamación ni dolor. Cuando presionamos es posible que el bulto no duela, pero puede salir una sustancia parecida al pus por el punto lagrimal. Suele acompañarse de conjuntivitis crónica. En estos casos el tratamiento es la cirugía programada.

2) Lesiones traumáticas del párpado y de la vía lagrimal

Ante traumatismos que generen lesiones en la piel de los párpados, es importante consultar a la brevedad, no sólo para recibir el tratamiento adecuado, sino también para evaluar que no se hayan lesionado las estructuras internas del ojo.

Las lesiones de la piel de los párpados muchas veces pueden curar solas con la aplicación de antibióticos locales. Sin embargo, en otras oportunidades requieren ser resueltas mediante cirugías. Si usted sufrió un trauma debe consultar a la guardia para que el oftalmólogo pueda determinar cuál es el tratamiento más adecuado.

Las lesiones palpebrales pueden acompañarse también de daño en la vía lagrimal. De ocurrir esto, la cirugía está indicada.