Jueves 30 de Enero de 2020

Una historia del Abasto

El último día del Festival sucederá en las calles de uno de los barrios más emblemáticos de la porteñidad. Un paseo por su historia y actualidad reafirma su identidad como el corazón teatral de Buenos Aires.

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El día de cierre del Festival estará impregnado de los aires porteños de un territorio urbano mágico y misterioso, corazón teatral de la Ciudad. Este barrio que no figura en los planos formales (porque en realidad está en la confluencia de Almagro y Balvanera), tiene una historia propia marcada por Carlos Gardel (“el morocho del Abasto” para el mundo) y el gran mercado distribuidor de frutas y verduras que le dio su nombre. Ahora convertido en shopping, éste es un icónico edificio que mantiene su bella e imponente arquitectura original en medio del barrio.

Desde comienzos de la década de los años 90 ocurrió a su vez, una persistente puesta en valor general -material y simbólica- que ahora lo exhibe en todo su esplendor, con variados atractivos que incluyen un sólido e influyente circuito teatral fortalecido con el paso de los años, centros de otras expresiones artísticas, variada oferta gastronómica y el aura de una porteñidad vitalicia. Este fenómeno de proliferación de lugares alternativos se fue generando en casas, patios, sótanos, locales abandonados y reciclados −carpinterías, carboneras, talleres mecánicos, ferreterías y hasta fábricas en desuso−, que fueron convertidos y /o adaptados en pequeñas salas teatrales.