Martes 02 de Octubre de 2018

El aprendizaje ubicuo en las aulas

Nicholas Burbules expuso sobre el aprendizaje ubicuo en el cierre de Virtual Educa.

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Nueve de la mañana en La Boca. El sol que apenas calienta y un viento fresco que se levanta. De a poco empieza a llegar gente, la mayoría son formadoras/es en tecnología de Intec. En media hora va a empezar la charla de Nicholas Burbules en el auditorio de la Escuela N.° 8 D.E. 4 Carlos Della Penna a modo de cierre después de una gran semana de Virtual Educa. Burbules es doctor en Filosofía de la Educación y actualmente profesor de la Universidad de Illinois, Estados Unidos. Es, además, conocido mundialmente como referente internacional en nuevas filosofías educativas y por plantear el desafío de pensar cómo utilizar las nuevas tecnologías con propósitos educativos. Escribió 16 libros y unos 200 artículos periodísticos. Brinda conferencias en universidades de todo el mundo y es traducido en muchos idiomas. Actualmente, es el director de Educación del Centro Nacional de Ética Profesional y de Investigación.

Nicholas presentó brevemente los puntos principales sobre el aprendizaje ubicuo y después abrió el espacio para que le pudieran hacer preguntas y comentarios sobre cómo se estaba utilizando este tipo de aprendizaje en las escuelas de la ciudad porteña. El aprendizaje ubicuo en líneas generales sostiene que el ser humano aprende en todo lugar y en todo momento, y evoluciona y se adapta gracias al aprendizaje. Burbules toma este concepto y lo actualiza: el aprendizaje desde la conectividad Wireless y la tecnología; ya no es una educación, que se limita netamente a la institución de la educación formal, sino, que se da en diferentes lugares. Los estudiantes encuentran recursos, información y habilidades en internet, en sus vidas diarias y preocupaciones cotidianas. Están aprendiendo juntos y compartiendo conocimientos entre ellos.

«Las nuevas tecnologías son herramientas demasiado valiosas como para dejarlas fuera del aula»

Contó una historia real para que pudiéramos entender bien el espíritu de este aprendizaje ubicuo. Un hombre sufre una herida en su pierna. Debido a una catástrofe natural, su casa se viene abajo y le cae encima de su cuerpo, cortándole una pierna. El estaba solo. Él y su celular. Se estaba desangrando y no sabía qué hacer ni cómo hacerlo para aguantar hasta que llegara la ayuda. Entonces buscó por internet y aprendió a hacerse un torniquete. El hombre estaba en un lugar específico y necesitaba un conocimiento específico y era importante para él. Es decir, ese aprendizaje inmediato era útil para una situación en particular –en este caso, de vida o muerte- y no “para el futuro”. El desafío de la escuela es poder reconocer y comprender estos aprendizajes para integrarlos en sus propuestas de enseñanza para formar sujetos críticos.

Siguiendo la línea de aprender en el contexto, las escuelas tienen que estar en una relación más estrecha con aquellos lugares donde hay personas aprendiendo algo que les importa. Por eso hay que valerse de la tecnología: ella nos permite llevar el aprendizaje desde la escuela hacia estos lugares y viceversa. No hay que temerla. Burbules hizo hincapié en este punto: es verdad que los docentes pueden sentir ansiedad o miedo a ser reemplazados por la tecnología. Pero eso es un mito, no es verdad que los profesores y profesoras puedan ser intercambiados por robots o tecnología. «Con la tecnología en la educación, el papel del profesor se vuelve aún más importante. Pero también muy diferente». Los docentes deben aprovechar este momento para utilizar las tecnologías y hacer de su enseñanza una herramienta y un idioma que esté en sintonía con la realidad del mundo. La escuela tiene que ser un espacio más donde los alumnos y alumnas aprendan. ¿pero qué cosa? Como sostiene Burbules: «Creo que siempre fue importante (…) que el aprendizaje de los estudiantes se relacione con los problemas, las preguntas y las inquietudes que les preocupan en sus vidas. John Dewey dijo esto hace cien años, y sigue siendo cierto. A menudo critico el modelo "apréndanlo ahora, tal vez úselo más adelante" de gran parte de nuestro plan de estudios. Hace que los chicos vayan sin ganas a la escuela. Las nuevas tecnologías permiten a los alumnos llevar el aprendizaje del salón de clases al mundo y llevar algunas de las preocupaciones y preguntas del mundo al aula. Aprovechemos eso, usemos eso para desarrollar una motivación diferente para el aprendizaje». Es necesario que se generen oportunidades para reconocer y favorecer el aprendizaje diverso, apoyar la posibilidad de elegir su trayectoria formativa y sobre lo que quieren aprender.

«El foco no está en qué es la tecnología sino en qué estudiamos, cómo estudiamos».