Rosario Vera Peñaloza nació en Atiles, La Rioja, el 25 de diciembre de 1873 y murió en la misma provincia el 28 de mayo de 1950. Siendo joven quedó huérfana, más creció rodeada del afecto y el cuidado de sus tíos y primos. Su tía Jesús Peñaloza de Ocampo asumió la responsabilidad de la educación de Rosario.
En 1888 egresó con el título de Maestra de la primera Escuela Normal de Maestras del país creada en La Rioja por las pedagogas norteamericanas. Allí anidaba el espíritu sarmientino y dejaron su legado las maestras Annette Haven, Bernice Avery, Sara Strong y Laura Haven de Hodge.
Vera Peñaloza continuó sus estudios en la Escuela Normal de Paraná dirigida por Gustavo Ferrary y Sara Chamberlain de Eccleston, donde en 1894 obtuvo el título Superior de Enseñanza.
Prosiguió su formación de jardín de infantes y se instruyó en: trabajos manuales con el profesor Gerardo Victorín y el maestro Héctor Basaldúa en Córdoba; ejercicios físicos junto al doctor Enrique Romero Brest, considerado el fundador de la enseñanza de la educación física en la República Argentina; pintura y dibujo con Ernesto de la Cárcova. También aprendió corte y confección, grabado, modelado, tejido de telares y arte decorativo.
Rosario integró las primeras promociones de maestras argentinas. Se preocupó de manera permanente por los conocimientos, actitudes y habilidades del maestro. Abogaba por el equilibrio de la formación cultural y profesional que revitalizaría la vocación cuya responsabilidad es el destino de la Nación.
«Pido para los maestros responsabilidad, amor por su tarea, orden y sistema en la misma». Rosario Vera Peñaloza.
