En este inicio de actividades continuamos homenajeando a quienes hicieron posible nuestro sistema educativo. Aportaron sus ideas, su trabajo, sus proyectos, su vida entera por los niños y jóvenes.
Martha Alcira Salotti nació en Buenos Aires en 1899. Fue pedagoga y escritora. Dedicó su vida a la enseñanza y a la formación de docentes. Se desempeñó como maestra jardinera y maestra de grado, fue Maestra Normal Nacional y profesora Superior de Ciencias Naturales.
Fue alumna de Rosario Vera Peñaloza (1873-1950), con quien compartió muchos de los ideales sobre la educación inicial que recuperamos desde el Programa Huellas de la Escuela, como aquel que busca estimular la libertad en los niños.
A lo largo de su trayectoria educativa también publicó obras dedicadas a la literatura infantil, así como libros de lectura y textos pedagógicos sobre la enseñanza de la lengua.
Cuenta con contribuciones en el «Monitor de la educación común». En su artículo sobre La enseñanza de la lengua reconoce la importancia de recuperar la centralidad del niño en la educación: “A través del tiempo la escuela ha oscilado de lo enseñado al enseñante: ahora ha virado en redondo y enfoca otro punto: el niño.” Y la necesidad de que la escuela se adapte a sus necesidades: “Sólo conociendo al niño la escuela actuará con eficacia y dará el gran paso para el cual se viene preparando.” Y reconoce la importancia del lenguaje, en tanto construcción social, como un instrumento valioso de expresión y comprensión entre maestros y alumnos. En este sentido, alienta a enriquecer la lengua de los niños, por ejemplo a través de la literatura.
Por su propuesta educativa e innovadora para la educación inicial, desde el Programa Huellas de la Escuela recuperamos su valioso legado.
«Esta escuela es obra de muchos, todos los que han actuado y de todos los que actuamos en ella.» Rosario Vera Peñaloza.
