El cuaderno de clase en la escuela primaria forma parte de la cultura escolar argentina. Está confeccionado por cada estudiante que lo utiliza diariamente para registrar sus aprendizajes y las enseñanzas del maestro a través de actividades y tareas.
Luego de un trabajo de conservación, descripción y puesta en valor los cuadernos integran el fondo documental de las instituciones educativas y constituyen una fuente primaria que posibilita el estudio de las prácticas escolares y pedagógicas a lo largo de la historia de la educación.
La importancia que la escuela argentina otorgó a los cuadernos escolares se remonta a finales del siglo XIX. Encontramos testimonio de ello en El Monitor de la Educación Común, la revista editada por el Consejo Federal de Educación y fundada en 1881 por Domingo Faustino Sarmiento.
El Monitor de 1888 dice: «Las apreciaciones se harán al margen, y deberán ser instructivas, y para eso no deben consistir en simples palabras vagas, como por ejemplo, bien, mal, regular porque estas apreciaciones son más aparentes que reales, e impotentes para dirigir al discípulo y enseñarle por qué hay falta». (El Monitor de la Educación. (Enero 1888)
Según El Monitor de la Educación Común publicado el 31 de mayo de 1891, un Supervisor escolar solicitó: «grabar o estampar en las cubiertas de los cuadernos escolares que se dan a los niños un pasaje histórico, el trazado de una provincia, o la figura de un grande hombre, y al dorso detallar el hecho, describir el trazado, o apuntar los rasgos salientes de la personalidad cuyo retrato se da a conocer, ha de ser forzosamente, y lo es en otros países, un modo ameno, curioso y entretenido de vulgarizar conocimientos que a todos conviene atesorar, y que facilitarán más tarde al alumno el estudio de las ciencias históricas y geográficas». (El Monitor de la Educación Común. (Mayo 1891)
Entre 1935 y 1950 Olga Cossettini junto a un equipo de docentes desarrollaron un proyecto pedagógico innovador en escuelas de la ciudad de Rosario (Santa Fe), de esa experiencia se conservan aproximadamente 200 cuadernos de alumnos de 1º a 6º grado. El archivo de estos cuadernos resulta fundamental para las investigaciones y es un registro que permite generar nuevas interpretaciones. Se encuentra digitalizado por el CONICET- UNR y se puede acceder en el siguiente link: "Archivo Cossettini" del IRICE (CONICET-UNR).
El programa Huellas de la escuela destaca el aporte de los cuadernos de clase como documentos valiosos para el estudio de las experiencias pedagógicas de la vida cotidiana de las escuelas, y así contribuir con la historia de la educación de la Ciudad.
Referencias:
- Marcela Pelanda. (IRICE. Rosario, 1995). La escuela activa en Rosario, la experiencia de Olga Cossetini.
- Silvina Gvirtz. Dispositivos de la escuela moderna: el cuaderno de clase en la historia educativa argentina. El cuaderno de clase en la historia de la educación argentina