La energía es un recurso vital sin el cual ni la vida ni la sociedad actual podrían existir. Sin embargo, su producción depende mayormente de la explotación de recursos naturales de origen fósil, lo cual conlleva un gran impacto ambiental. El cambio climático es actualmente una de las mayores amenazas ambientales que sufre el planeta, y una de sus principales causas es la quema de combustibles fósiles, como el carbón, gas y petróleo, para la generación de energía. Esto genera una alta emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI), siendo el sector energético el que mayor porcentaje aporta mundialmente, con el 60% de las emisiones. En Argentina se acerca al 54%.
Asimismo, las olas de calor, como una expresión evidente de las alteraciones climáticas, también impactan en el consumo energético. Una buena parte del país, incluyendo a la Ciudad de Buenos Aires, sufrió durante enero último calores extremos prolongados. Expertos en cambio climático consideran que este tipo de fenómenos serán más recurrentes, lo cual aumentará la demanda de energía y la presión sobre el sistema eléctrico.
Ante esta situación, se pone de manifiesto la necesidad urgente de consolidar un uso responsable, racional, eficiente e inteligente de la energía. Paralelamente, la crisis ambiental requiere soluciones que permitan el acceso a la energía a partir de fuentes no contaminantes y libres de emisiones de carbono.
En este contexto, en el año 2015 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), consignas proyectadas a 2030 como un camino para favorecer a las personas, el planeta y la prosperidad. Uno de esos objetivos incluye la energía asequible y no contaminante (ODS 7), que pretende garantizar el acceso universal a servicios energéticos fiables y modernos, aumentar la proporción de energía renovable y mejorar la eficiencia energética.
Proyectos educativos en la Ciudad
El programa Escuelas Verdes, perteneciente a la Subsecretaría de Educación Tecnológica y Sustentabilidad, promueve el uso racional y eficiente de la energía en todos los niveles escolares. Mediante diversas acciones pedagógicas y de infraestructura, busca mejorar el uso de la energía en los edificios escolares.
Como parte del proyecto «Parque Solar Escolar», actualmente diez escuelas de la Ciudad cuentan con módulos para generación de energía eléctrica a partir de la luz solar, llegando a un total de 250 kW de potencia instalada. Estos dispositivos, además de ampliar la oferta de energía eléctrica local y limpia, se convierten en herramientas impulsoras de otras temáticas ambientales, como el uso racional y eficiente de la energía y el consumo responsable.
A partir del 2018, en conjunto con la Agencia de Protección Ambiental (APrA) se dio inicio al proyecto de recambio a luminarias LED en edificios escolares con el fin de mejorar las condiciones de iluminación. Estas luminarias son un 40% más eficientes que las de bajo consumo, permiten reducir el consumo energético y mejoran la iluminación en las aulas. En la actualidad, este proyecto avanza bajo la responsabilidad de la Dirección General de Mantenimiento Escolar.
La importancia del cuidado de la energía
La energía es el eje central de la sociedad moderna. Promover su consumo responsable es una manera sencilla de contribuir individualmente desde casa, la escuela o el trabajo. Para eso, compartimos algunos consejos útiles para un uso racional y eficiente.
- Aprovechar al máximo la luz natural del exterior y apagar luces si no es necesario su uso.
- Comprar lámparas LED. Consumen 10 veces menos y duran hasta 40 veces más que las comunes.
- Poner el aire acondicionado a 24°C. En verano, nunca dejarlo encendido si no hay nadie utilizándolo. Chequear que no haya ventanas abiertas.
- Desconectar los equipos que no se estén usando: electrodomésticos, PC, juegos y cargadores de celulares, tablets o notebooks. Los aparatos en modo stand-by consumen el equivalente a dos lámparas LED, y es energía que se desperdicia.
- Evitar lavar la ropa o planchar en los horarios de mayor demanda de energía; hacerlo después de las 9 de la noche o temprano a la mañana.
- Usar eficientemente el lavarropas, secarropas y lavavajillas. Utilizarlos a carga completa y evitarlos siempre que se pueda, como por ejemplo, con el secarropas.
- Mantener aire acondicionado, heladeras, hornallas y lámparas en buenas condiciones. Los aparatos limpios consumen menos.
