Serán concesionados por treinta años y los adjudicatarios deberán cumplir con normas que establecen la instalación de iluminación, baños y mejoramiento del entorno, así como la prohibición de disponer de los espacios para estacionamientos como uso principal o para el estacionamiento de colectivos.
La ley establece además, que quienes ganen las licitaciones deberán desarrollar espacios con frentes abiertos y conectados con el espacio público.
La norma anterior disponía permisos por cinco años, lo que repercutía en inversiones de baja calidad y poca infraestructura. En ese sentido, la nueva norma apunta a revertir esa situación y a revalorizar esos terrenos con ajuste a la realidad de cada barrio.
Por otra parte, los permisos vigentes mantendrán su condición hasta el plazo establecido y quedan exceptuadas las instalaciones donde actualmente funcionan organizaciones sin fines de lucro, asociaciones, federaciones, fundaciones, sindicatos, clubes y centros de jubilados.