Los contratos serán de treinta años, propiciando la realización de inversiones a largo plazo, y el cumplimiento de una serie de condiciones que garanticen la circulación peatonal, la apertura de espacios, la instalación de baños y la iluminación de cada uno de los sectores concesionados.
El proyecto apunta a que esos espacios funcionen como conectores haciéndolos caminables y convirtiéndolos en espacios públicos que impulsen el desarrollo de cada zona que atraviesan.