Miércoles 03 de Julio de 2019

Ballota disertó en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad

El funcionario, expuso sobre la transformación del modelo operativo de la AGIP, de las innovaciones tecnológicas implementadas y los desafíos futuros de las Administraciones Tributarias.

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A partir del 1 de abril rige en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sistema de declaración jurada simplificada de Ingresos Brutos, en base a estimaciones del propio fisco en función de una fórmula diseñada con técnicos de la Universidad de Buenos Aires, y que trae aparejado la extensión de hasta dos meses para el pago de la obligación. Es decir, durante este mes de junio se abonará el impuesto devengado en abril.

La implementación de este sistema es novedosa y si además es exitosa seguramente será replicada por otras jurisdicciones.

Ante esta circunstancia, Novedades Fiscales mantuvo una charla con el administrador gubernamental, Andrés Ballotta, titular de la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) porteña y además recogió declaraciones que realizó al programa de tv cable Forum Jurídico Fiscal.

El sistema pone a disposición del contribuyente una declaración jurada con datos precargados que el sujeto podrá conformar o reformular. De esta manera se pasa de la modalidad autodeclarativa o una “mixta”. El Fisco pone a disposición la información que posee y el contribuyente acepta o rechaza.

El titular de AGIP explica que la medida, “se inscribe en el marco de la profunda rebaja de Ingresos Brutos que encaró la Ciudad” y que ahora está dirigida al sector que tiene que ver con bebidas y alimentos”.

“Hay que sumar a las rebajas de alícuotas, la exclusión del SIRCREB de casi 200.000 contribuyentes que son un nicho que factura menos de 15.000.000 por año” remarcó Ballotta.

El sector de bebidas y alimentos está compuesto por un variopinto número de establecimientos de tamaño diverso y a primera vista parecería alcanzar hasta las microempresas. Sin embargo, Ballotta aclara que el nuevo sistema se aplica a quienes “tengan salones de venta de entre 100 y 600 m2, que sean contribuyentes locales. Involucra 3.000 establecimientos.” Y agrega, que el universo que comprende la medida “maneja el 50% de la venta de alimentos de la Ciudad, aproximadamente 5000 millones de pesos al mes”, puntualizando: “detectamos que es un sector con mucha dispersión.”

El funcionario confirmó de acuerdo a la reciente experiencia que el nivel de aceptación es alto y compensa con creces el sacrificio fiscal con vista al desarrollo económico citadino, porque en realidad se trata de una herramienta para “ampliar la base con condiciones de equidad”, añadiendo que para seguir bajando los impuestos, el objetivo es combatir “la evasión y la competencia ilegal”

Por el momento hay satisfacción en la administración tributaria porteña con la declaración jurada simplificada en cuanto a su recepción pero el administrador enfatizó que el contribuyente cumplidor tendrá beneficios. En efecto, esos contribuyentes si son cumplidores obtienen una ventaja ya que no sólo la declaración de abril “la están pagando recién ahora en junio, es decir tienen 60 días más para presentar la dd.jj. con el alivio financiero que significa” sino que “al cumplidor además se los excluye de retenciones y percepciones. Para el que cumple, es una grata noticia”, aseveró el funcionario.

Claro que con esta medida únicamente no se puede luchar contra la evasión atento el nivel diverso de las actividades de los contribuyentes y de su magnitud, lo que implica que continuará el accionar fiscalizador en la jurisdicción en el que, según apuntó Ballotta, tendrá un gran protagonismo la Fiscalización Electrónica.

“El camino es aplicar la inteligencia fiscal y la herramienta tecnológica. Hemos abierto 750 casos de fiscalización electrónica por haberse detectado diferencias con la base de IVA a través del cruce de información.” Se refiere a los convenios de intercambio que firmó la AGIP con el Fisco nacional.

Este modo informático no invalida la continuidad de la fiscalización de presencia física tradicional, “lo que sucede que hoy debido al intercambio de información no podríamos abarcar todos los casos que tenemos en carpeta con la inspección tradicional, por eso la utilización de la fiscalización electrónica cuando la diferencia es muy clara entre dos impuestos que tienen una base muy similar como el Impuesto al Valor Agregado e Ingresos Brutos, o diferencias de alícuotas dentro de la determinación del tributo.”

Cabe señalar que en la actualidad el intercambio de información es amplio entre jurisdicciones.