Martes 25 de Junio de 2019

Diez años de los Centros de Primera Infancia: cuál es el impacto de esta política social

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) destacó que la asistencia regular a estos espacios por períodos mayores a un año está asociada a un 66 % de disminución del riesgo de rezago en la dimensión cognitiva.

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Los Centros de Primera Infancia (CPI) son espacios creados para garantizar el desarrollo saludable a chicos y chicas de 45 días a 3 años, acompañando a los padres en el cuidado de sus hijos mientras ellos estudian o trabajan, y funcionan bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad.

En junio de este año estos espacios especialmente pensados y creados para garantizar el crecimiento y desarrollo saludable de niños y niñas en situación de vulnerabilidad social cumplen sus primeros 10 años de funcionamiento.

En este marco, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), comunicó los resultados de una evaluación de efectos del programa “Centros de Primera Infancia” realizada por FLACSO, informando como resultados más sobresalientes, los siguientes puntos:

  • Casi un 70 % de las madres trabaja, lo que indica el éxito del programa respecto del objetivo de facilitar la inserción de las mujeres en el mercado de trabajo. UNICEF también advirtió acerca de la desigualdad de género en la distribución de roles entre varones y mujeres en la población de familias que asisten a CPIs, dado que más del 90 % de las funciones de cuidado están a cargo de las madres y un tercio de ellas son además jefas de hogares.
  • Un tiempo de asistencia al CPI mayor a un año está asociado a mejoras en todas las áreas de evaluación del desarrollo infantil temprano. Una exposición mayor a 600 días de los niñas y niños a estos espacios se condice con un 66 % de disminución del riesgo de rezago en la dimensión cognitiva.
  • Un mayor tiempo de permanencia en el CPI y un mayor nivel educativo del jefe de hogar se asocia directamente a una mayor talla del niño o niña.
  • Un 97 % de las familias que envían sus hijos a los CPI se mostraron satisfechas o muy satisfechas con el servicio.
  • Como desafíos para el programa se plantea incorporar medidas para controlar la prevalencia del riesgo de sobrepeso, e incluir entre los temas prioritarios a trabajar en los talleres con las familias la perspectiva de género en la crianza de niños y niñas.

Guadalupe Tagliaferri, titular de la cartera social porteña, señaló que “se cumple una década desde la creación del primer CPI en la Ciudad, Pulgarcito, y desde entonces el programa ha continuado fortaleciéndose y creciendo exponencialmente de manera que cada vez más niños y niñas en situación social vulnerable puedan llegar a la escuela primaria en igualdad de condiciones que los demás chicos de la Ciudad”.

“Los CPI actualmente asisten a diario a más de 11 mil niños y niñas en los 76 Centros habilitados, ubicados en las comunas más vulnerables de la Ciudad, y por donde ya pasaron en estos 10 años alrededor de 80 mil chicos”, enfatizó la ministra.

Con @mauriciomacri, @mariuvidal, @horaciorlarreta, @CaroStanley y @SLopezMedrano, celebramos los 10 años de los Centros de Primera Infancia, una política pública que permite a todos los chicos de la Ciudad crecer en igualdad de oportunidades. pic.twitter.com/4O9O9ASxAZ

— Lupe Tagliaferri (@LupeTagliaferri) June 19, 2019

“La evaluación buscó conocer los resultados y el impacto del Programa CPI sobre el desarrollo y ejercicio de derechos de los niños y niñas que asisten. Evaluar las políticas públicas es central para basar la toma de decisiones en evidencia y asegurar más y mejores resultados para los niños y niñas. Saludamos la apertura de la Ciudad en realizar este análisis, que muestra tanto los efectos positivos que el Programa ha tenido como aquellas áreas a seguir fortaleciendo”, señaló Carolina Aulicino, Oficial de Políticas Sociales.

Cada institución tienen un promedio de 30 niños por sala y 15 bebés en las de lactantes, con jornada completa de 8 horas y alimentación adecuada a través de un menú nutricional conforme a las necesidades de los chicos, brindando desayuno, almuerzo y merienda.

En el programa se desempeñan más de 1.700 personas, ya que en cada CPI cuenta con director o directora, personal de sala (docentes y auxiliares), equipo técnico (trabajador/a social, psicopedagoga/o, psicomotricista) y personal de cocina y de mantenimiento. Todos ellos trabajan para garantizar diariamente el crecimiento y desarrollo cada uno de los chicos.

Asimismo, estudios realizados por el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat dan cuenta que el 70 % de las vacantes son de niños de la zona sur de la Ciudad y comprueban que entre los asistentes a los CPI 6 de cada 10 mejoraron su alimentación y 9 de 10 aumentaron su interacción con otros niños y su autonomía.

Los CPIs tienen como objetivos brindar los elementos básicos para la satisfacción de las necesidades fisiológicas, afectivas, psicomotrices, de juego, recreación y socialización para el sano desarrollo de los niños y su entorno; crear un espacio propicio para la estimulación temprana con niños de 45 días a 2 años inclusive, y la formación y adquisición de hábitos con niños de 3 años; otorgar contención y asistencia a las familias para felicitar el proceso de crianza y desarrollo de los niños, creando condiciones de participación activa que fortalezcan los vínculos intrafamiliares; informar y contener a las embarazadas en situación de vulnerabilidad social, sobre aspectos fundamentales de cuidado del embarazo, el parto y los primeros meses de cuidado de su hijo, con miras a fortalecer los vínculos entre madre e hijo.

Los servicios que prestan: atención alimentaria y nutricional: desayuno, almuerzo y merienda para los niños que asisten diariamente a los Centros, garantizándoles una alimentación adecuada y saludable como requisito indispensable para su desarrollo integral; actividades de prevención y promoción en materia de salud, a través de talleres y capacitaciones con niños y sus familias; estimulación temprana y formación a través de juegos, ejercicios físicos y actividades realizadas lúdicamente, buscando de esta forma favorecer el desarrollo de las capacidades y habilidades psicofísicas, cognitivas, comunicativas y sociales de los niños; capacitación a través de talleres participativos para las familias destinados a ofrecerles la información y contención necesaria para facilitar la crianza y desarrollo de sus hijos, fortaleciendo la vinculación entre ambos. Este servicio también se brinda a las embarazadas.