Concurso Mural Plaza Marshall Meyer

La Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del GCBA, junto con el Seminario Rabínico Latinoamericano, convocan a los/as vecinos/as a participar del concurso "Mural Plaza Marshall Meyer" para realizar un mural en honor al rabino Marshall Meyer en la plaza que lleva su nombre.

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Marshall T. Meyer, el Fundador del Seminario Rabínico Latinoamericano.

Marshall T. Meyer Z”L nació en Brooklyn, Estados Unidos, en 1930. Se graduó en la Universidad de Darmouth en 1952 y recibió su ordenación rabínica en 1958 en el Jewish Theological Seminary of America. Realizó estudios en la Universidad Hebrea de Jerusalem entre los años 1955 y 1956, y recibió su doctorado en Filosofía de la Religión en la Columbia University y en el Union Theological Seminary.

En el año 1959 junto a Naomi su esposa, se trasladaron a Buenos Aires y dio inicio a una etapa de grandes cambios y profunda renovación en el seno de la comunidad judía local. Se hizo cargo de la dirección de actividades de la agrupación juvenil de la Congregación Israelita de la República Argentina, fundó y dirigió “Majane Ramah”, un campamento de verano similar al modelo americano, atrayendo así a miles de jóvenes hacia un judaísmo humanista, comprometido y revitalizado.

En el año 1962 fundó y dirigió el Seminario Rabínico Latinoamericano, que hoy lleva su nombre, el primero y único en Sudamérica, ordenando a decenas de rabinos diseminados por todo el mundo. Fue su rector desde su creación hasta 1984. En los planes curriculares de la formación académica, que compartía y diseñaba junto a quien fuera el vicerrector, el rabino y maestro Mordejai Edery Z”L, no sólo se incluía el estudio de los textos tradicionales judíos, como Torá y Talmud, sino que consideraba fundamental que los aspirantes a asumir la función rabínica tuvieran una formación integral de la problemática humana y de la circunstancia que lo rodea; así se incluyeron materias como psiquiatría pastoral, psicología y educación, al mismo tiempo que desde sus aulas se fomentó siempre el pensamiento crítico y el interés por el estudio de los fenómenos geopolíticos de las sociedades actuales.

El perfil de liderazgo que se aspiraba formar era el de un profesional completamente comprometido con su circunstancia y entorno, formado e informado, capaz de ser portador del mensaje que el judaísmo conservador moderno tenía para dar: un judaísmo religioso, dinámico, comprometido e involucrado con los temas de actualidad. Marshall enseñaba que se debía tener en una mano la Torá y en la otra el diario con las noticias locales.

La propuesta ideológica y educativa tuvo eco rápidamente en muchos jóvenes con inquietudes espirituales e intelectuales que no tenían hasta ese momento un ámbito donde encontrar respuestas. De a poco, la gran afluencia de alumnos de diversos lugares y la alta demanda de las comunidades de contar con líderes así formados, fue modificando la demografía de las instituciones en todo el continente que desde esos años hasta hoy se nutren con maestros y rabinos egresados de la institución.

Fuente: Seminario Rabínico Latinoamericano