Viernes 13 de Diciembre de 2019

Fiestas navideñas: Cómo hacer una compra inteligente

Publicidades engañosas, comercios que cobran diferencias de precios al contado y con tarjeta, problemas con los cambios y las devoluciones... y todo lo que tenés que saber a la hora de hacer una compra.

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Diciembre llega para cambiar el paisaje de los comercios porteños de la mano del evento comercial más importante del año: la Navidad . Las vidrieras no solo lucen con guirnaldas y colores, también refulgen con ofertas. La vía pública está invadida tanto por seres barbudos vestidos de colorado como por una cantidad apabullante de afiches y carteles. De los medios de comunicación clásicos, las redes sociales y los celulares brotan incesantemente mensajes publicitarios. Promociones del tipo compre uno y lleve dos, descuentos abonando con determinada tarjeta bancaria, productos que se anuncian a precios irrisorios…frente a tanto estímulo, realizar una compra inteligente puede parecer una proeza. Por eso, Defensa al Consumidor de la Ciudad te explica paso a paso qué hacer a la hora de hacer las compras.

“Los consumidores tenemos que estar atentos e informarnos antes de comprar. Chequear los precios que había antes de determinada oferta , leer en detalle la letra chica de las promociones y pedir siempre el ticket o factura es elemental para que no se lesionen nuestros derechos”, aconsejó Facundo Carrillo, secretario de Atención Ciudadana y Gestión Comunal. “Ante cualquier duda, los vecinos pueden dirigirse a Defensa al Consumidor para ser orientados por profesionales y, de ser necesario, realizar el reclamo correspondiente”, agregó.

"Los consumidores tenemos que estar atentos e informarnos antes de comprar. Chequear los precios que había antes de determinada oferta, leer en detalle la letra chica de las promociones y pedir siempre el ticket o factura es elemental para que no se lesionen nuestros derechos”, Facundo Carrillo.

Los precios

El primer paso puede parecer obvio pero no siempre los consumidores lo tienen realmente en cuenta: chequear los precios. Los valores de los productos tienen que estar exhibidos en vidriera y en góndola sobre cada artículo o grupo de artículos. Por ejemplo, si fuera un comercio que vende gaseosas, es lógico que tenga el precio indicado sobre un grupo de bebidas y no sobre cada botella en particular. En el caso de las vidrieras, tienen que estar los precios exhibidos sobre cada producto. Pero si fueran, por ejemplo, prendas de vestir a las que sujetarle un cartel indicador puede perjudicarlas, tiene que especificarse el valor a través de listas donde se exponga claramente a qué prendas se refiere.

“Los precios tienen que estar siempre exhibidos en moneda de curso legal (pesos) y debe figurar el valor final que efectivamente el consumidor debe abonar. Las diferencias de precios entre góndola y caja son uno de los principales motivos de denuncias de los vecinos ante Defensa al Consumidor de la Ciudad”, afirmó Vilma Bouza, Directora de Defensa al Consumidor de la Ciudad.

“Los precios tienen que estar siempre exhibidos en moneda de curso legal (pesos) y debe figurar el valor final que efectivamente el consumidor debe abonar. Las diferencias de precios entre góndola y caja son uno de los principales motivos de denuncias de los vecinos ante Defensa al Consumidor de la Ciudad”, Vilma Bouza.

Por ejemplo, es frecuente que en las góndolas de una tienda figure un producto con un valor y cuando pasan por la caja se los cobren más caro. Si esto pasa, el vecino tiene que reclamarlo y le tienen que respetar el precio más favorable. “Los vecinos que detecten una falta a sus derechos pueden denunciar las irregularidades o solicitar una inspección al local infractor a través de la aplicación BA 147”, informó Bouza.

Los medios de pago

Al momento de elegir el medio de pago más conveniente hay que tener en cuenta que el comercio no puede establecer ningún tipo de diferencia al abonar en efectivo, con tarjeta de débito o de crédito en un solo pago. El precio debe ser exactamente el mismo, sin ningún tipo de recargo.

Según los reportes de reclamos realizados ante Defensa, son comunes los carteles con leyendas del tipo “recargo de tanto por ciento por pago con tarjeta de crédito”.

“Este tipo de discriminaciones están terminantemente prohibidas por la Ley nacional de tarjetas de crédito en su artículo 37. Lo que sí pueden las empresas es establecer un descuento promocional por pago en efectivo. La Ley 5008 de la Ciudad dispone que no se pueden efectuar diferenciaciones de este tipo salvo que la diferenciación sea favorable para el consumidor”, explicó Jorge Surin, Gerente Operativo de Lealtad Comercial e Inspecciones de la Ciudad. “Es la situación típica en la que en la vidriera anuncian que algo sale $100 y abajo especifican que hay un descuento por pago en efectivo con un importe de $80”, agregó.

La letra chica

Las publicidades tienen por lo general dos partes. Un cuerpo principal en el que se comunican todas las cualidades del bien, servicio o promoción con fotos atractivas y eslóganes contagiosos. Y la letra chica, también conocida como los legales o bases. Acá es donde se establecen las limitaciones de esa promoción u oferta.

“Es importante prestar atención a la letra chica que informa la vigencia temporal o lo que dura la promoción; la limitación territorial o donde rige, o sea, en qué comercios y en qué localidades; y la disponibilidad de stock”, aconsejó Vilma Bouza. "Son frecuentes las “super ofertas” de productos con un stock muy limitado y una duración temporal extensa. Entonces, cuando el consumidor se acerca a adquirir el bien, esté ya no está disponible y pierde su tiempo”, ejemplificó.

“Es importante prestar atención a la letra chica que informa la vigencia temporal o lo que dura la promoción; la limitación territorial o donde rige, o sea, en qué comercios y en qué localidades; y la disponibilidad de stock”, Vilma Bouza.

Otra de las situaciones comunes se da en el caso de los descuentos en grandes tiendas o supermercados que tienen una fecha de vigencia limitada o sólo tienen efecto determinado día de la semana. La persona no lee los legales y concurre a realizar la compra fuera de los plazos de vigencia de la promoción.

“En los casos en que el texto principal no condice con la letra, estaríamos ante un caso de publicidad engañosa y hay que realizar la denuncia pertinente . En el caso de la Ciudad, esta se puede realizar de forma digital en la web del gobierno de la Ciudad o en las comunas”, aclaró Bouza.

¿Descuento o reintegro?

Uno de los temas que lidera la lista de reclamos ante Defensa de la Ciudad es el de las promociones bancarias que te ofrecen, por ejemplo, un 25% de descuento en tus compras.

Es importante en estos casos tener en cuenta dos cosas. En primer lugar, los topes máximos de descuentos . Parece un detalle pero no lo es. Un descuento del 25% en una compra de $20000 resulta en $5000 pesos si el tope es de $5000 y en $1000 si es de $1000.

En segundo término, si la modalidad de la promoción es un descuento o un reintegro. “Hay que tener cuidado porque no es lo mismo un descuento que un reintegro. El descuento se hace efectivo en la línea de caja y el ahorro al mes o a los dos meses en tu resumen de tarjeta de crédito ”, indicó Surin.

“Hay que tener cuidado porque no es lo mismo un descuento que un reintegro. El descuento se hace efectivo en la línea de caja y el ahorro al mes o a los dos meses en tu resumen de tarjeta de crédito”, Jorge Surin.

Por ejemplo, en una promoción bancaria en determinado hipermercado, el consumidor abona $1000 y dentro de un mes o dos, según lo que figure en las bases de esa promoción, el banco y no el hipermercado le van a reintegrar ese 25% en su cuenta.

Las promociones

Otro de los engaños más comunes tiene que ver con las promociones que se dan en los eventos de consumo masivo como el Cyber Monday o el Black Friday, en las ofertas de dos por uno, o en las promociones de descuentos en la segunda unidad .

La persona que consume diariamente o semanalmente un producto sabe el valor aproximado que este suele tener. Entonces, Defensa de la Ciudad recomienda estar atentos cuando hay promociones u ofertas de este tipo ya que por lo general suelen aumentarse los precios. Por ejemplo, en las ofertas en las que se hacen descuentos sobre las segundas unidades, la primera unidad puede presentar un precio superior al que tenía en los días anteriores.

“Si se detecta esto y se tienen pruebas efectivas, hay que informarlo como publicidad engañosa por los canales correspondientes según la jurisdicción de la que se trate. Pero es difícil probarlo ya que hay precios libres y los comerciantes pueden aumentarlos de un día para el otro. Lo mejor es agudizar la vista y no comprar cuando el precio está más alto. Aquel viejo consejo de **caminar y comparar*”, recomendó Surin.

Para poder demostrar que una publicidad es engañosa es elemental tener alguna prueba o imagen , por ejemplo un folleto, una foto de un afiche de vía pública o una captura de pantalla de un banner.

“El artículo 8 de la ley 24240 dice que** todo lo que indica un proveedor o comerciante en una publicidad se tiene por incluído en el contrato** y debe ser cumplido. Esto quiere decir que si un ciudadano guardó un folleto de una publicidad que decía algo, compró el bien publicitado y le dieron algo distinto, puede reclamar en una comuna ante Defensa al Consumidor, ir a una audiencia y obtener una reparación. Y, más allá de exigir que respeten lo prometido, puede pedir un resarcimiento económico o una compensación por ese tiempo perdido”, explicó Surin.

El ticket

El ticket o la factura son la única prueba fehaciente de que la relación de consumo tuvo lugar frente a la necesidad de hacer un reclamo o denuncia. En el caso de que un vecino comprase un juguete en un comercio para regalar en Navidad y, después, notase que tiene defectos o no funciona, sin el ticket no va a poder exigir que se respete la garantía de 6 meses que establece la Ley de defensa al consumidor. Por este motivo, Defensa al Consumidor de la Ciudad recomienda siempre conservar la factura o comprobante de compra.

El derecho al arrepentimiento

Cada día crecen más las compras realizadas por Internet . Al realizarlas es elemental saber que estas transacciones están reguladas por los artículos 32, 33 y 34 de la ley de Defensa al consumidor 24240. “Uno de los conceptos fundamentales que establece esta norma es lo que se conoce como derecho al arrepentimiento. Esto significa que tenés 10 días corridos desde que realizaste esa compra por Internet o desde que te entregaron el producto para arrepentirte sin costo alguno para el consumidor y sin tener que especificar motivos”, sostuvo Bouza.

O sea, los ciudadanos pueden comprar un producto y dentro de los 10 días devolverlo sin que les cobren el flete o el envío hacía el comercio. Como único requisito para la devolución, deben haber conservado intacto el envoltorio y no haber usado el bien .

Cambios y devoluciones

En la ciudad de Buenos Aires, los consumidores tienen 30 días para efectuar cambios y los comercios no pueden establecer horarios ni días específicos para realizarlos . En caso de existir un saldo a favor del cliente, el local tiene que emitir un comprobante de crédito con una validez de 90 días.

La Dirección de Defensa al Consumidor del Gobierno de la Ciudad es el organismo oficial que protege a los ciudadanos de Buenos Aires en su rol de consumidores . Si durante las fiestas se presentan inconvenientes con una compra o con la contratación de un servicio, lo recomendable para lograr una pronta resolución es contactar a la tienda donde se realizó el consumo. En caso de no recibir una respuesta satisfactoria, podés iniciar un reclamo ante Defensa al Consumidor de la Ciudad.

Defensa de la Ciudad orienta a los consumidores a través de su web, la línea gratuita 147 y personalmente en las oficinas que funcionan en las Sedes Comunales de la Ciudad; y difunde derechos y consejos a través de sus redes sociales: Facebook /BAconsumidor y Twitter @BAconsumidor .