Martes 25 de Agosto de 2020

“Mujer de cierto orden”, de Juana Bignozzi llega a + Poesía

Cada poema cuenta un mundo, imágenes e historias. Te invitamos a conocer a la persona que creó el texto, profundizando sobre su obra.

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En esta décima cápsula vas a conocer un poema de Juana Bignozzi, del libro Mujer de cierto orden. La poeta y traductora (Buenos Aires 1937 – 2015) publicó más de siete libros y ganó varios premios, entre ellos el Municipal de Poesía y el Premio Konex.

A mediados de los años 50 formó parte del grupo Pan duro, en el que también se encontraban Juan Gelman y Jose Luis Mangieri. Fue militante del Partido Comunista y en 1974, junto a su marido, viajó a Barcelona donde vivió hasta su regreso a la Argentina, en 2004.

El poema

Como sufro y me aburro resulto bastante divertida,

a veces represento situaciones,

la mujer comprensiva, el hombre triste;

como no tengo sentido de la oportunidad,

puedo interrumpir la mejor escena de amor

y para que nadie dude de mi inteligencia,

me ocupo de problemas casi ridículos.

Rodeada de gente que espera cosas de la vida

o practica la tragedia,

mis explosiones de júbilo son bastante frecuentes,

y como me regalo horizontes, cucharas que vacían mi corazón,

casi siempre estoy triste,

por eso mi alegría es digna de verse.

Sobre el poema

Por Carolina Esses, curadora de Más poesía:

Mujer de cierto orden, el libro del que forma parte este poema, es el que Bignozzi considera su primer libro. Sin embargo no lo es. Antes publicó otros dos, pero es acá, en este libro memorable tan marcado por la experiencia de los años 60, donde reconoce la voz, el tono en el que va a insistir su producción futura. Escrito en 1967 parece el libro de alguien mucho mayor, no porque la desilusión frente a la vida tenga edad, sino porque se percibe una mirada distante, desencantada, capaz de evaluar la realidad, digerirla y escribirla con ironía y aspereza. Bignozzi escribió este libro un poco antes de los 30 años y en él definió la poética en la que iba a insistir toda su vida. Juana, como se llama a sí misma en algunos poemas, tiene un proyecto poético ligado a lo ideológico, a la revolución que no pudo ser; no en cuanto a los temas –jamás le interesó escribir esos poemas temáticos que se escribían en los 60- sino a su manera de reflexionar en torno a su propia generación, a su propia situación de clase, a los más de treinta años que pasó fuera del país entre 1974 y 2004.

El poema en cuestión “La literatura en serio” no parece hablar, en principio, de literatura. La poeta, más bien, realiza una larga definición de sí misma. Antes, en otro poema, “La vida en serio”, también lo hizo, buscó dar cuenta de sí: “Ahora he descubierto el sol, los perros y las mentiras. La vida es más lógica, no he dicho mejor, sino más lógica.” Versos/ afirmaciones de peso, contundentes que buscan ubicar a la poeta en el mundo, plantear, como decíamos, una postura tomada. En otros poemas del mismo libro se pregunta, “¿Qué vas a hacer de tu vida Juana?”, o dice “Como soy una mujer desmemoriada/repito mis penitencias al infinito”, o “Yo me voy contestando a mí misma.” Como si se explicara en cada uno de estos poemas, como si buscara definir quién es la que escribe.

El primer verso de nuestro poema dice, “Como sufro y me aburro resulto bastante divertida” -Bignozzi se encuentra en el polo opuesto a Alejandra Pizarnik, que fue su contemporánea-, a partir de aquí parece invitarnos a tomarla con liviandad, sin tragedia –“si hay algo que no soy”, dice en una entrevista, “es una poeta trágica”- como si dijera no me crean, sólo represento un papel que ni siquiera está marcado por el género ya que puede ser el de “la mujer comprensiva” pero también el del “hombre triste”. Bignozzi es también, como Thénon, cuya poesía sí le interesaba, una poeta de lo anti solemne, una poeta que respeta su oficio, claro, pero que no lo toma como algo sagrado u oscuro. Ahora sí podemos entender un poco el título del poema, “La literatura en serio”. Porque para hablar de literatura tenemos que empezar por hablar de máscaras, tenemos que empezar por ser conscientes del personaje construido. Y de eso se trata este poema y este libro: de dejar asentado un yo, un personaje. Fuera de lugar -–interrumpe escenas de amor, es la visita no deseada, se ocupa de cuestiones ridículas a pesar de saberse inteligentísima, irrumpe con júbilo en medio de la tragedia-, descolocado; un yo poético que no le teme al ridículo ni a cierto patetismo. Como señala Daniel García Helder en el prólogo a La ley, tu ley (Adriana Hidalgo, 2000) en los poemas de Bignozzi no está su biografía sino la del intelectual que “exiliado de la acción política, desde hace años sólo cuenta con su lucidez.” Quizás esa sea la tristeza que se percibe como telón de fondo en muchos de sus poemas: la del destierro –ella nunca quiso llamarse exiliada- la de cierta desilusión frente a los ideales de los sesenta, la de la mujer que entiende todo pero sabe que el cambio no va a llegar jamás y hay que seguir, de todos modos. No siempre se trata de la primera persona, en muchos de sus poemas se habla de un nosotros: es la biografía de un grupo, dirá la poeta en alguna entrevista, de una generación tan variada en estéticas como fue la de los sesenta. Ese “nosotros” muchas veces es el plural que salva: las visitas, los amigos que describe en los poemas de Regreso a la patria (1989).

Unas palabras en torno en la puntuación: en este poema Bignozzi todavía recurre a las comas o al punto y coma. No es la constante en el libro ni en el resto de su obra. La mayoría de los poemas sólo tienen una mayúscula y un punto final, pero no hay comas entre las enumeraciones ni al final de los versos. Y en sus libros posteriores se abandona por completo.

Juana Bignozzi es sin duda una poeta enorme, de versos fuertes, de posición tomada, ríspida. Lo interesante de sus poemas es que a pesar del distanciamiento, a pesar de ser consciente del artificio, y de mirar el mundo con una fuerte carga intelectual, sus poemas, como en el caso de “La literatura en serio”, conmueven. Como si lo hicieran a pesar de la propia poeta.

Bignozzi x Bignozzi

  • “A mí me interesa la gente que crea un mundo, persiste y lo defiende. Crea un mito. Si yo no veo que está el mito o la creación de un mito cuando son jóvenes, no. La poesía es crear un territorio mítico al que siempre volvés.”

De una entrevista realizada por Valeria Tentoni y publicada en el blog de Eterna Cadencia.

Si te gusto la recomendación:

  • Si te gustó este poema te invitamos a leer todo el libro Mujer de cierto orden y también Regreso a la patria. Entre los poetas que hoy siguen el legado de Bignozzi, podés leer a Martín Rodríguez (su último libro es Ministerio de Desarrollo Social, Edit Mansalva) o a Martín Gambarotta (Punctum es un libro que marcó la poesía de los años 90). También podés leer Los cuatro cuartetos, el gran libro de T.S. Eliot que Bignozzi solía leer y releer.

  • Si queres escuchar a Juana Bignozzi, podés hacerlo en esta audiovideoteca