Poema por Gonzalo López Martínez
Escrito en el marco del taller Jardín de invierno
Debe estar en la sangre
-el mandato-
de no quitarle los ojos,
a distancia
de calor
parece amigable
como un animal salvaje.
Arrojé tres cartas,
dos echaron un humo denso
como si el fuego las leyera.
La última no era de amor
Cada llama
es descubierta
con el asombro
del estreno.
Poema por Gonzalo López Martínez