Adán

Texto elaborado por Gustavo Grisoski.

Compartir en redes

Hiciste un viaje temerario: abriste caminos por donde pasó tu humanidad. Los orígenes claman dentro tuyo, reverberando de luz y de sombra al ocaso del día. Animales esperando les des nombres sin saber que, un día, haría falta más, en desconocimiento de esa voz que adentro clama. Y te adentraste y te perdiste, y olvidaste aquella voz que bendecía, aquella tu voz, única e irrepetible. Te multiplicaste enormemente bajo el sol oculto de la noche, te disgregaste en un sinfín de seres que deambulan. Construiste muros, generaste espacios, organizaste ciudades, les pusiste nombre con divina inspiración y luego crecieron hasta hacerse inabarcables, vertiginosas como un sueño. Tal vez, si lo hubieras sabido, no habrías hecho otra cosa.


Adán, por Gustavo Grisoski.