Tips para jugar en familia

El juego es clave para el desarrollo de los chicos. Pero también puede serlo para la convivencia y la comunicación en familia.

Compartir en redes

Sabemos que el juego es importante para los chicos y chicas, pero también durante todas las etapas de la vida. Jugar permite crear códigos y referencias, nos expande el modo de pensar y entender, nos entrena para reaccionar ante situaciones nuevas. Es un espacio de amplificación para la creatividad.

Por eso, en épocas difíciles como las que estamos atravesando, proponemos una serie de tips para encarar el juego en familia. Los núcleos familiares que comparten espacios de juego pueden comunicarse mejor, y crear nuevas formas de encuentro y aprendizaje.

En situaciones de estrés, puede resultar muy útil encarar situaciones de relajación y entretenimiento en familia. Quizás esté ahí el “desenchufar” que tanto necesitamos.

Aprovechar el tiempo y demostrar que estamos presentes.

Aunque el tiempo que dispongamos para el juego sea breve (veinte minutos o media hora), si lo dedicamos “a full” a la situación, va a ser suficiente para crear un ambiente de juego y disfrutarlo a pleno.

Instalar rutinas lúdicas puede ayudar a subir el ánimo de los chicos.

Cantar mientras ordenamos, nos lavamos los dientes o armamos la cama, o crear juegos breves en relación a las tareas de la casa, puede aliviar el clima y hacerlos olvidar por un ratito las cosas tediosas.

Ir cambiando y mutando el espacio de juego.

Armar distintos climas o rincones de juego, aunque tengamos un espacio reducido, puede ayudar a “refrescar” los ánimos lúdicos. Armar espacios más “visuales”, para actividades manuales o buscar la interacción con lo digital también puede ayudar a desplegar su imaginación. Por ejemplo, descargarnos algún programa de stop-motion, y jugar con la conexión entre la realidad analógica y la virtual.

No descuidar el juego físico.

Puede ser difícil limitándonos al espacio de casa, pero no tenemos que olvdar, por pequeño que sea, al juego con el cuerpo. Los chicos y chicas necesitan moverse, aunque sea un poco, para renovar las energías y poder llegar relajados al final del día.

Si compartimos el interés, la diversión es doble.

Para compartir el juego con hijas e hijos, está bueno pensar en algo que a los padres también los divierta y entretenga. Es práctico pensar primero en algo que se imaginan o disfrutan haciendo los adultos, y luego ver cómo podemos adaptarlo al juego de ellos.

Juegos online para compartir desde casa.

Pensemos en juegos online que puedan conectanos con quienes están lejos. Compartir una actividad divertida nos puede acercar en la distancia. Con otros amigos, con familiares, con familias amigas, con familias del cole.

Actividades que nos concentren y relajen a todos.

Cocinar juntos, construir con piezas de lego o juegos de encastre, hacer origami o aviones de papel, dibujar o pintar, hacer rompecabezas, son actividades meditativas que pueden ayudar a que todos se concentren, por un rato, en un mismo objetivo en común.

Recordemos que, sobre todo en estas circunstancias, jugar se trata de pasarla bien, divertirse y relajarse. Dejemos las exigencias sobre las chicas y chicos para otros momentos y otras actividades. El juego, como salga, estará bien: el foco está en disfrutarlo, no en ganar o jugar “correctamente”. Para saber cuáles son las ganas o los humores que están predominando, y encontrar una actividad que a todos les vaya bien, es importante tratar de comunicarse y charlar al respecto. Si las ganas no están o no coinciden, puede planearse entre todos una actividad para otro día.