Durante todo este tiempo nuestros hijos permanecieron en casa, fuera de la sociabilización y poder relacionarse con sus pares. Podríamos decir que la dependencia hacia nosotros y el “apego” formó parte de sus vidas diarias así que debemos, de a poco, ir generando espacios de confianza para que puedan volver a clases de manera tranquila y que no sea algo traumático. Fomentar su autonomía, autoconcepto e independencia.
Esto requiere poder brindarles:
- Comunicación
- Momentos individuales
- Delegación de tareas: que hagan sus cosas, ordenen, preparen lo que necesitan, etc.
- Administrar los horarios: tanto de juego como hábitos (higiene, comida, conductas)
- Espacios de óseo: aunque expresen aburrimiento, que deban generar algo por sí solos.
- Momentos “sin” mamá o papá”: aunque sea de a ratos para que se acostumbren a que no nos verán cuando vuelvan al cole.
- Reforzar la autoridad desde el rol de padres: volverán a tener que respetar también la autoridad escolar.
Igualmente, debemos entender que nuestros hijos tendrán que volver a adaptarse a una nueva forma. En algunos casos, sobre todo con los más pequeños, requerirá de mucha paciencia y trabajo diario para que vayan soltando y acostumbrándose nuevamente.
En otros casos, posiblemente nos demuestren la necesidad de volver a sus relaciones interpersonales fuera de casa y muestren incluso, ansiedad sobre esto. Cada caso será particular y único así que tendremos que observar qué le sucede a cada uno respetando sus tiempos y conductas. De necesitarlo incluso, deberemos recurrir a terceros para que nos brinden ayuda.
Sol García Posadas
Lic. en psicopedagogia