Cultivar una planta no es simplemente introducir una semilla en la tierra, sino que implica una serie de pasos a seguir. Es un proceso con un resultado y este, nuestra planta, es un ser vivo que debemos mantener y cuidar. Para lograr un buen resultado hay que tener en cuenta una serie de factores.
Para plantar en maceta
1. Elegir el lugar donde se va a llevar a cabo la siembra de nuestras plantas: maceta o jardín.
La elección de uno u otro va a determinar la cantidad de plantas que podemos tener, así como el porte de las mismas (herbáceas, enredaderas, arbustivas, árboles). Para sembrar y trasplantar en una maceta, se debe tener en cuenta la especie vegetal y sus requerimientos relacionados con la cantidad de horas de sol, el riego y el sustrato. Por ejemplo, existen especies que crecerán a pleno sol y otras que no. Además, algunas especies, por sus características, no son aptas para desarrollarse en una maceta.
2. Seleccioná las macetas y limpialas.
Existen diferentes tipos de materiales: plástico, cerámica, barro, entre otros. Lo más importante es que el tamaño sea el adecuado, y que esté perforada en la base para permitir un correcto drenaje y evitar que se pudran las raíces. Algunas ya vienen perforadas y a otras hay que hacerles los agujeros (si son de plástico, con calentar un poco la punta de un cuchillo, clavo o destornillador lo vamos a poder hacer sin problemas).
3. Prepará el sustrato para la siembra.
El sustrato no solo permite un correcto anclaje de la planta, es también de donde se toman los nutrientes necesarios para que esta pueda desarrollarse sana. Buscá la mezcla de tierra que más se ajuste a lo que necesite la planta. Se recomienda que el sustrato esté compuesto por tierra fértil, perlita, y vermiculita.
4. Trasplantá.
Consiste en trasladar la planta de un contenedor más chico a una maceta que será el lugar definitivo. Es importante que, al hacer este procedimiento, la planta sufra lo menos posible. Se recomienda hacerlo en horarios donde no haya exposición directa al sol. Los pasos son: agregar unos 2 cm. de vermiculita o canto rodado en la base de la maceta, sacar el plantín de su recipiente junto con su pan de tierra, ubicarlo en la maceta, y completar con el sustrato.
Para plantar en patio o jardín
1. Elegí la planta.
En este tipo de espacios podemos optar por plantas más grandes. Hay que tener en cuenta la disponibilidad de sol, agua y sustrato. Si comprás la planta en un local, consultá al vendedor qué condiciones necesita esa planta para crecer sana. También podés encontrar esta información en internet, buscando según el nombre de la planta. Hay plantas que son de temporada otoño-invierno, y otras, de primavera-verano, pero también hay algunas que se adaptan a las variaciones de temperatura.
2. Prepará el terreno.
Antes de realizar la siembra o el trasplante se recomienda preparar el suelo: esta actividad consiste en ablandar un poco la tierra con herramientas como layas o palas para airearla, y, de ser posible, se recomienda abonarlo, agregando 3 kg. de compost por m2 de tierra.
3. Hacé un hoyo e introducí la planta.
El tamaño de la planta va a ser lo que defina el tamaño del hoyo que habrá que hacer. Recordá que la planta deberá enterrarse hasta la parte donde se unen las raíces con los tallos. Te sugerimos hacer un hoyo que mida más o menos el doble que el pan de tierra que viene con la planta. Introducí la planta en el hoyo y colocá una pequeña capa de compost alrededor. Presioná con las manos y regá. En el caso de que uses semillas, recordá que la semilla debe depositarse a una profundidad equivalente a 1½ de su diámetro. Es recomendable cubrir el suelo con mantillo para evitar la erosión del mismo y retener la humedad. El mismo está formado por materia orgánica de procedencia vegetal, como hojas secas, pasto seco, aunque también se consiguen buenos resultados con viruta de madera (excepto de madera de pino o eucaliptus). Este mantillo con el tiempo se incorporará al suelo, funcionando como abono natural.
¿Qué herramientas podés usar para sembrar una planta?
- Trasplantador: Te va a ayudar a hacer los hoyos de forma más rápida y sencilla. Cuenta con un mango de plástico y con una cuchilla ancha.
- Pala de jardinería (puede ser ancha o de punta): Con esta herramienta podrás mover cantidades de tierra mayores y con mayor velocidad, te va a facilitar la tarea.
- Otras herramientas útiles son el rastrillo, la laya y la tijera de poda.
¡Aprovechá la primavera para llenar tu hogar de verde!
