Nuestros perros y la nueva normalidad.

¿Cómo encaramos la transición hacia la nueva normalidad con nuestros perros?

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Tanto nuestros perros como nosotros nos encontramos en el camino hacia la “nueva normalidad”, en la cual tenemos que ayudarlos a gestionar este proceso de la mejor manera posible. A lo largo del aislamiento, la convivencia con nuestros perros pasó a ser 24x7, lo cual ha traído aparejados algunos cambios en sus y nuestras rutinas: como hábitos, tareas, horarios, salidas.

Por ejemplo:

  • Hemos tenido tiempo excesivo para entrenar, mimar, jugar, aprender, etc., fortaleciendo nuestro vínculo y confianza con ellos, y generando excesos de atención y/o apego con ellos.
  • Nuestros horarios de salida y llegada, tanto laborales como de estudio, deporte o recreación han sufrido cambios. Momentos que podían indicarles o ayudarlos a predecir qué es lo que estaba por suceder, se modificaron por completo. Sepamos que nuestros perros son capaces de anticipar nuestras salidas y movimientos a través de las rutinas diarias que fueron incorporando a lo largo de la convivencia. Estos cambios de costumbre y rutinas fuera del hogar han dejado casi truncada su capacidad de gestionar emociones como la angustia, ansiedad, soledad en nuestra ausencia.
  • Sus paseos en manada, recreación y sociabilización (de la mano de sus paseadores) también han sufrido alteraciones, teniendo que realizar paseos reducidos, sin sociabilización, ni juegos con los de su especie.
  • Han tenido que compartir su espacio con nosotros, sintiéndose muchas veces invadidos en sus momentos de descanso o interrumpidos por los niños de la casa, que aún no han podido retomar su rutina escolar. Esto puede haber generado, en algunos casos, cambios en la conducta habitual.

Algunos tips para entenderlos y acompañarlos en este nuevo camino.

Como volver de la mejor manera de estos desórdenes:

  1. Seamos comprensivos frente a los cambios que deben y debemos realizar, no es fácil para ellos volver a la nueva normalidad.
  2. Confeccionemos una rutina similar a la que tendremos al retorno de nuestras actividades, para ir implementándola paulatinamente y que el regreso a la nueva normalidad no sea tan brusco que le impida la gestión de sus emociones y conductas.
  3. Vayamos estableciendo horarios de paseos, alimentación, juego, entrenamiento, etc., similares a los que tendrá.
  4. Permitámosle tener momentos a solas placenteros para él, con juguetes rellenos, juegos de ingenio, juegos de olfato, etc. El enriquecimiento ambiental resulta fundamental para que pueda estar entretenido durante nuestra ausencia.
  5. Regulemos la atención dirigida a nuestro leal compañero, ya que en nuestra vuelta a la normalidad no estaremos las 24 hs. disponibles para sus juegos, demandas de atención, demandas de mimos, tales como las que se han incrementado o intensificando durante el aislamiento.

Hagamos de este periodo otro proceso de aprendizaje, en el cual podrán ir acostumbrándose a la rutina de una manera sana, y sin grandes vuelcos que nos generen un problema a futuro, como podrían ser ansiedad por separación, aullidos, destrozos, angustias, miedos, trastornos de comportamiento u otros.
Mantengamos siempre actualizado nuestro plan de vacunas, desparasitación, etc., según indicaciones del veterinario, para una tenencia responsable.

¡Ayudemos a nuestras mascotas a gestionar de la mejor manera: enseñándoles!

Olimpo canino
Nancy N. Domínguez
Adiestradora de canes (Escuela adiestramiento canino FAC. Cs.Veterinarias -UBA-)