Mitos y tips sobre hidratación

La importancia de estar siempre hidratados.

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¿Hidratamos nuestro cuerpo cuando bebemos agua?

El agua es la bebida por excelencia para hidratarnos. Una buena hidratación es imprescindible para mantener la salud física pero, aunque no lo creas, también la salud mental. En el verano, debido a las altas temperaturas del ambiente, generamos mayor sudoración y perdemos líquidos de nuestro cuerpo, por lo que tenemos que reponerlos nuevamente para no deshidratarnos. Estar bien hidratados es muy importante para todo nuestro organismo y nuestro bienestar general.

Si perdemos a partir del 1% del volumen de agua de nuestro cuerpo, comenzamos a tener síntomas propios de la deshidratación: sequedad ocular, cansancio, dolor de cabeza, descenso del rendimiento físico, pérdida de memoria a corto plazo y fatiga; estos síntomas se intensifican a mayor deshidratación. Ésta, puede producirse bajo ciertas condiciones en las que no se tome la suficiente cantidad de líquido o se pierda demasiado; por ejemplo, la sudoración excesiva (por la temperatura y / o por el esfuerzo físico), o episodios de vómitos, diarrea u orina excesiva (por ejemplo, por la ingesta de medicamentos diuréticos).

¿Qué mitos conocemos en torno a la hidratación corporal?

Mito: “El agua es la bebida por excelencia para hidratarnos''.

¡Verdadero! Se recomienda la ingesta de al menos 2 litros de líquido al día, de los cuales 1.6 lt (8 vasos) deben ser de agua. El resto de líquido se puede completar con otras bebidas como son las infusiones, caldos caseros, jugos y licuados de frutas naturales, leche y bebidas vegetales, etc. Se debe tener en cuenta evitar aquellas bebidas con azúcar añadida.

Mito: “Se debe beber solo cuando se tenga sed”.

¡Falso! La sed aparece cuando ya existe cierto nivel de deshidratación en el cuerpo. Es recomendable no esperar a tener sed o sensación de boca seca para beber.

Mito: “Podés vivir de forma saludable sin una buena hidratación”.

¡Falso! La deshidratación reduce la cantidad de líquido que circula en el torrente sanguíneo: esto hace que tu corazón trabaje de más. Incluso una leve deshidratación puede afectar el rendimiento físico y cognitivo, así como tu salud en general.

Mito: “La temperatura a la que esté el agua influye en la hidratación”.

¡Falso! Agua caliente, fría o tibia, es lo mismo para nuestro organismo: nos hidrata de igual manera.

Mito: “Tomar agua durante las comidas dificulta la digestión”.

¡Falso! Beber agua durante las comidas no dificulta los procesos digestivos. Solo en ciertas patologías gástricas como por ejemplo reflujo gastroesofágico y dispepsia se recomienda tomar liquido fuera de las comidas.

Tips para una buena hidratación

1) Beber abundante agua

El cuerpo humano está compuesto por agua en un 70 %, y se pierde fácilmente con el sudor y la orina. La cantidad que deberíamos consumir para mantener un buen equilibrio en la hidratación es un mínimo de dos litros de agua diarios. Si te cuesta beber agua, podés fraccionarla en 4 botellitas de 500 ml al día.

2) Consumir frutas y verduras

Además de beber agua, podemos consumir ciertos alimentos como las frutas y las verduras que también colaboran con la hidratación. ¿Sabías que la mayoría de las frutas y verduras son entre un 85-95% de su peso en agua? Algunos ejemplos son sandía, melón, frutilla, naranja, cereza, manzana, y verduras como el pepino, la lechuga, el rabanito, el apio, la calabaza, el tomate, entre otras.

3) Si te cuesta tomar agua sola, una opción es saborizarlas de forma casera con frutas, verduras o hierbas. Te damos algunas opciones:

  • Agua + menta + limón
  • Agua + pepino + jengibre
  • Agua + sandía + albahaca

Si te gusta burbujeante podes reemplazar el agua con soda.

4) Evitar la cafeína.

El consumo de café, té y gaseosas colas aceleran el trabajo renal, aumentando la eliminación de agua del cuerpo.

5) Evitar el alcohol.

Las bebidas alcohólicas causan deshidratación.

¡Disfrutá del verano estando siempre hidratado/a!