Recuperación post COVID-19

Conocé el avance de las ciudades a escala humana, que se transforman y adaptan para asegurar la calidad de vida de sus ciudadanos.

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La pandemia por la COVID-19 potenció cambios en dinámicas sociales y económicas que ya se vislumbraban, y que marcarán la nueva agenda de las ciudades globales. A medida que el mundo va saliendo del confinamiento, son cada vez más las ciudades que desarrollan soluciones de política pública que se ajustan a las nuevas demandas de las personas, colocando la calidad de vida en el centro de las prioridades de gobierno. En este sentido, la agenda de cambio climático de las ciudades se vuelve especialmente relevante.

Rediseñar el espacio público para promover una movilidad sustentable les permite a las ciudades ofrecer una opción de transporte segura, saludable e inclusiva en el contexto actual, al mismo tiempo que:

  • Desincentivan el uso del auto particular y reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Fortalecen el desarrollo de los ecosistemas locales.

Antes de la pandemia

La tendencia en el mundo ya apuntaba en dirección a las ciudades a escala humana, que combinan eficiencia en los desplazamientos con compromiso ambiental. Conocé los casos de París, "una ciudad de 15 minutos”, Melbourne “barrios a 20 minutos” y Nordhavn, un "barrio de 5 minutos".

Del mismo modo, en los últimos años Buenos Aires también se transformó con el claro objetivo de convertirse en una “ciudad a escala humana”.

Con la pandemia

Se multiplicaron los ejemplos de ciudades globales que refuerzan sus políticas de espacialidad y movilidad sustentable, e innovan en el desarrollo de otras nuevas, preservando la seguridad de sus ciudadanos en la salida de la crisis sanitaria.

En respuesta a la pandemia, la ciudad de Buenos Aires adaptó rápidamente su diseño urbano para incentivar el comercio barrial, eliminando los traslados en transporte público y vehículo particular no esenciales, asegurar el distanciamiento social y evitar aglomeraciones en el espacio público, y promover la movilidad peatonal y en bicicleta.

¡Conocé más sobre estas medidas!

Medidas similares en el mundo

Bogotá Reforzó sus 550 kilómetros de ciclorrutas permanentes con 80 kilómetros adicionales de ciclovías temporales.
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Nueva York Open Streets [Calles Abiertas]: 100 millas de calles abiertas para peatones y ciclistas, con el tránsito vehicular limitado a unas pocas excepciones. La ciudad también está expandiendo temporalmente las opciones de asientos al aire libre para establecimientos gastronómicos, a través de la habilitación del uso de veredas y el cierre de calles.
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Milán El plan “Strade Aperte” [Calles Abiertas] incluye nuevas áreas peatonales, más kilómetros de carriles para bicicletas, nuevas zonas con velocidad máxima de 30 km/h, y un rediseño de los espacios públicos con plazas abiertas y seguras.
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Londres El programa “London Streetspace” [Espacio en las calles de Londres / El ritmo de las calles de Londres] apunta a una transformación sin precedentes de la ciudad, con la construcción de ciclovías temporales; la ampliación de vías peatonales en calles principales para promover la actividad comercial; y la creación de barrios de bajo tránsito vehicular.
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San Francisco El programa “Slow Streets” [Calles Lentas] fue diseñado para limitar el tránsito vehicular en ciertas calles residenciales y favorecer su uso como un espacio compartido entre diferentes formas de micromovilidad (peatones, ciclistas, personas en sillas de ruedas, en patineta, en monopatín, etc.).
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