Por
el Dr. Rodio Raíces
El Hospital Rivadavia es el
nosocomio vigente más antiguo del
país, pues a sus entonces nuevos
edificios de Palermo se trasladaron
autoridades, médicos, monjas,
enfermeras, personal, enfermos y
mobiliario, cuando el viejo Hospital
de Mujeres del barrio del Centro
cerró sus puertas, en 1887, lo que
demuestra sin lugar a dudas su
continuidad histórica.
El establecimiento habíase
inaugurado oficialmente en noviembre
de l774 como una sala de trece
camas, a la diestra del Asilo de Huérfanas
fundado por don Francisco Álvarez
Campana en 1755, en la actual calle
Bartolomé Mitre al 800. Del otro
lado del orfelinato, en la esquina
de Suipacha, se levantaba la iglesia
de San Miguel (en el sitio de su
emplazamiento actual).
Las
tres construcciones fueron
realizadas por una congregación de
laicos llamada Hermandad de la Santa
Caridad de Nuestro Señor
Jesucristo, fundada en l727 por el
gaditano Juan Alonso González
(futuro bisabuelo del general
Belgrano), para enterrar a las víctimas
-sin recursos dejados- de la
epidemia de ese año, lo mismo que a
otros muertos de igual situación. Y
fue un hijo de éste, el R.P. José
González Islas, quien realizó los
esfuerzos necesarios para concretar
el Hospital, constituyéndose además
en su primer capellán y
administrador. La existencia de esta
unidad asistencial vino a llenar un
tremendo vacío social, ya que la
casa de los frailes bethlemitas o
barbudos (Hospital de Belén),
albergaba a hombres solamente.
Luego
de recibir importantes donaciones
del rey de España Carlos III -fruto
de la gestión en Madrid del
mencionado clérigo- se compraron
propiedades vecinas y se edificó
por los fondos, saliéndose hacia la
calle lateral, sobre la que vino a
construirse el frente principal
(Esmeralda 60, sitio de la
extinguida Asistencia Pública y hoy
plaza Roberto Arlt).
En
l822 Bernardino Rivadavia,
ministro-secretario de Gobierno del
general Martín Rodríguez-
provincializó asilo y hospital,
dejando el templo en manos del clero
secular, tras disolver esa cofradía
de tan esforzados varones. Después
del intento de privatizar la
administración del instituto, no
concretado por inconveniencia económica,
este alto funcionario se ocupó
tenazmente de su progreso.
Cosa
contraria ocurriò en 1838, cuando
el gobernador Rosas le quitó el
susbsidio estatal -pretextando el
bloqueo francés- y dejó librada su
suerte a la caridad pública, que lo
mantuvo deficientemente con su
limosna hasta el día de su
derrocamiento.
Luego
de la batalla de Caseros (Urquiza,
1852), la Sociedad de Beneficencia
de la Capital - institución de
damas fundada por Rivadavia en 1823
- fue restablecida, y se hizo cargo
del hospital el 15 de mayo de ese año,
continuando bajo la dependencia de
la provincia de Buenos Aires. Merced
a la gestión de esta entidad
filantrópica creóse en su seno la
primera Maternidad de que se tenga
memoria en nuestro medio, que comenzó
a funcionar el 10 de diciembre de
1853.
El
normal crecimiento demográfico de
Buenos Aires, incrementado por las
corrientes migratorias - impulsadas
por la idea de Alberdi - y en esta
Capital acrecentadas luego de la
batalla de Pavón (Mitre, 1861),
hizo la necesidad de un lugar más
espacioso para la atención de las
enfermas, dándose entonces el lento
proceso de la búsqueda de terrenos
apropiados. Finalmente, el 1º de
febrero de 1876, se compraron - en
el entonces distante barrio de
Palermo - 67.452 varas cuadradas, en
las calles Chavango y del Sar (Las
Heras y Bustamente actuales),
recostadas sobre un viejo arroyo que
drenaba las aguas pluviales de una
amplia zona, la que llegaba hasta el
Once (hoy calle Austria).
La
piedra fundamental se colocó el 6
de diciembre de 1880, a poco días
que nuestro nosocomio fuera
nacionalizado, junto con la ciudad,
concurriendo a la ceremonia -
especialmente invitado - el obispo
electo de Córdoba fray Mamerto
Esquiú.
Las
obras comenzaron el 6 de mayo del año
siguiente, bajo la dirección del
arquitecto sueco Enrique Aberg,
autor de los planos, y se hizo en
pabellones de influencia neoclásica,
separados por jardines, de acuerdo a
modernos cánones europeos que exigían
la presencia de cierta superficie
libre por paciente internada, a fin
de adyuvar a una más rápida y
segura curación. La parquización
fue ejecutada por el primer
intendente que tuvo la Capital
Federal, don Torcuato de Alvear (período
1882-1886), que donó la botica de
su propio peculio y la mantuvo hasta
su muerte acaecida en 1890.
El
28 de abril de 1887 el ministro del
Interior Dr. Eduardo Wilde -médico
de nota y destacado escritor-
inauguró los palaciegos edificios
iluminados por gas, a los que se
accedía en vehículos de tracción
a sangre, por calles anegadizas.
La
gran mudanza había sido hecha. El
gran sueño se había cumplido. Las
antiguas construcciones del Centro
quedaron para Asistencia Pública
(medicina de urgencia y control
sanirtario de inmigrantes y
escolares).
El
establecimiento tenía una capacidad
de trescientas camas y constaba de
cinco pabellones (cuatro para Clínica
Médica y Quirúrgica, y otro para
Maternidad), además de la Capilla y
servicios complementarios como
administración, baños. cocina,
etc.
Desde
entonces los progresos fueron
continuados:
Pequeño
Pabelón "Sala de Cirugía"
(iniciativa del Dr. Molina),
inaugurado en 1893; situado al borde
de la barranca, en el lado izquierdo
de la Capilla. Fue usado hasta 1903
y posteriormente demolido.. Pabellón
de "Administración y Dirección"
(en 1894), con Consultorios Externos
anexos. El mismo daba cabida a la
entrada sobre la calle Bustamante.
Pabellón "Casa de
Sanidad" (antiguo pensionado),
abierto en 1895; edificio de la
hermosa "torre del reloj"
que da frente al "Patio de
Honor". Pabellón "de las
Hermanas" (hijas de Nuestra Señora
del Huerto, con actuación desde
1859). Data de 1898 y apoya sobre
Bustamnante. Actualmente dedicado a
Depósito. Pabellón "Siglo XIX
" (para tuberculosas), ínaugurado
en 1893 para aislamuiento de las
enfermas de esta patología, quienes
eran albergadas hasta entonces en Clínica
Médica. Cumplió esta función
hasta 1913, llamándose Pabellón
"Olivera", luego de
algunas reformas. En la actualidad
da cabida al Servicio de Ginecología.
Pabellón "Cobo", donado
por la familia de este apellido. Está
dedicado a la Cirugía. Se librò al
uso en 1908. Pabellón de
"Laboratorio y Anfiteatro (de
Anatomía Patológica)”, acabado
en l908, ubicado cerca del actual
servicio de Terapia Radiante. Fue
demolido en su oportunidad.
"Galería de cristales",
construída en 1912 en el Pabellón
de Administración. Constituyó más
bien una remodelación de la entrada
sobre Bustamante, efectuada en razón
del cambio de nivel de la calzada,
que se hizo menos empinada. Dos
pabellones para "Instituto de
Maternidad" sobre Las Heras y
Gallo (hoyAustria), inaugurados en
1928 y 1930 respectivamente . En
este último año se independizaron
del Hospital, reintegrándose al
mismo recién en l968. Pabellón de
"Laboratorio Central"
(incluyendo la Anatomía Patológica),
finalizado en l928. Se edificó con
un legado del señor Federico Garrigós.
Pabellón de "Consultorios
Externos y Pensionistas"
(1934): en actual posesiòn del
CEMIC. Los pisos superiores -
dedicados a la internación - fueron
cedidos en uso por un Decreto de
1965, siendo ocupados los
Consultorios Externos de la planta
baja dos años después, por
Resolución ministerial.
El
7 de setiembre de 1946 el Poder
Ejecutivo Nacional intervino la
Sociedad de Beneficencia, pasando a
depender poco tiempo después del
Ministerio de Salud Pública. Con
esto cesó la actividad de la damas
de Caridad al frente del Hospital y
se produjo un prolongado período de
decadencia.
Tras
un breve lapso de administración
comunal, en l98l, la Municipalidad
de la Ciudad de Buenos Aires retomó
(de manos de la Nación) las
funciones rectoras, en junio de
1992, ocurriendo la subordinación
al Gobierno autónomo de la Ciudad
al producirse un importante cambio
institucional, en 1996, derivado de
las enmiendas a la Constituciòn
Nacional.
Situado
en las barrancas del Plata, donde se
espeja el Sol, que es símbolo de la
Nación toda, el Hospital Rivadavia
irgue actualmente sus remodelados
pabellones con la hidalgía de sus
gloriosas tradiciones, de cara al próximo
milenio, que se constituye en desafío
para la imaginación más osada.
Buenos
Aires, 22 de febrero de 1999.
(La presente reseña es un apretado
resumen del libro de Rodio Raíces "Breve Historia del
Hospital Rivadavia", efectuada por el autor).