El Ministro de Hacienda de la Ciudad de Buenos Aires, Nestor Grindetti, sostuvo que el proyecto de ley de presupuesto para 2009 prevé un incremento de la inversión social del orden del 30 por ciento, en tanto que las obras de infraestructura aumentarán en 600 millones de pesos respecto de 2008, lo que duplica en promedio las inversiones realizadas en este segmento a lo largo de la última década.

Al presentar el cálculo de gastos del estado porteño ante la Legislatura, Grindetti subrayó que esta herramienta le permitirá al Gobierno asegurar el manejo ordenado de las cuentas públicas y garantizar un eficiente nivel de recaudación.

Señaló también que las medidas de política tributaria propuestas para el ejercicio fiscal 2009 están orientadas a articular un sistema "con mayor progresividad y equidad" y advirtió que la Ciudad ha sufrido un severo perjuicio por la falta de colaboración del Gobierno de la Nación.

Grindetti afirmó que "Buenos Aires financia el noventa por ciento de sus gastos con recursos propios", y subrayó que ante la actitud negligente del Gobierno nacional, que "no nos aprobó el bono que necesitábamos, y como consecuencia también de los efectos de la crisis financiera internacional, hemos decidido fortalecer nuestros ingresos para 'vivir solamente con lo nuestro'".

Respecto del impuesto a los sellos, previno que "no se trata de un nuevo gravamen" y recordó que "actualmente está vigente en todo el país".

En el mismo sentido Grindetti puso de relieve que "lo más importante es el destino que le vamos a dar a esos fondos, que serán usados para seguir mejorando la infraestructura de los hospitales y de nuestros edificios escolares y para ampliar el alcance de las políticas de inclusión social".

"La Ciudad de Buenos Aires es el único distrito que lo había suspendido en 1994 por orden del ex ministro Cavallo y ahora, por un tema de estricta justicia, lo estamos restableciendo, como lo tienen las demás provincias del país", apuntó.

El Ministro advirtió que "la Ciudad no puede ser un paraíso fiscal" y reivindicó la necesidad de consolidar un funcionamiento fiscal armónico entre todas las jurisdicciones del país.

"Por eso el objetivo de nuestra reforma tributaria es elevar a la Ciudad de Buenos Aires a un plano de equidad respecto al resto de la Argentina. Tenemos que tener las mismas condiciones que los otros distritos. Y aun así, hay que reconocer que nuestra tasa es muy inferior a la que se cobra en el resto del país, que supera el 1 por ciento", remarcó.

Grindetti también dijo que "si el gobierno nacional entregara a las provincias lo que les corresponde en materia de coparticipación, la Ciudad podría bajar impuestos".

Al explicar en detalle el contenido del presupuesto ante los legisladores, el ministro de Hacienda precisó que del total de las erogaciones previstas, que alcanzan la suma de 16.980 millones de pesos (3.900 millones más respecto de este año), se destinará un 66 por ciento a la inversión social, que de esta manera aumentará un 30,2 por ciento.

Sobre las obras de infraestructura, indicó que "aumentan en 600 millones de pesos respecto de 2008, lo que significa la duplicación en promedio de lo invertido en los últimos 10 años".