"Les quiero pedir a los chicos y a los jóvenes, con la autoridad que me dan los años, que lean . Yo también he leído de chico, y fueron los libros quiénes me ayudaron a comprender y a querer la grandeza de la vida.

Un libro lleva inexorablemete a otro libro. Leer les agrandará, el deseo y el horizonte de la vida. Leer les dará una mirada más abierta sobre los hombres y sobre el mundo..."

Ernesto Sábato

Había un chico llamado Zaturo que estaba enamorado de una cenicienta. Ella tenia tres hermanas una llamada lgleais, la otra Camibella y la ultima Delacienta. A Zaturo la que le gustaba mucho era la ultima, Delacienta. El vivía en un palacio y ella en otro palacio, pero vivía limpiando pisos, platos, etc... Era muy hermosa y tenia unos ojos muy azules con unos puntitos negro muy lindos, usaba unos zapatos que eran alpargatas que eran para limpiar todos los dìas .Y ella cuando antes de ir a dormir siempre miraba la luna y una vez se le ocurrio mirar más lejos y vio un palacio. y se fue hacia donde estaba ese palacio que era él. El joven Zaturo le abrío la puerta y el dijo - ¿Tu eres Delacienta? -ella le dijo- ¡Si! soy yo. ¿Por qué? - Porque eres muy hermosa y tienes lindos ojos, pasa – ¡Ah! Gracias - La princesa Delacienta entro al palacio y le dijo: - Qué hermoso es tu palacio, nunca vi un palacio asi!, zaturo le mostro, todo el palacio, de tanto mirar y recorrer el palacio de Zaturo chocaron y se dieron un beso. Le dijo Zaturo - Eres muy hermosa y me estoy enamorando!

Zaturo le dijo que si queria venir a vivir con el en su palacio y ella le contestó que sí. Ella se quedo dormida después de que le conto toda su historia y lloró al recordar como la trataban. Se quedo a vivir con el. El le regaló unos zapatos de plata para que siempre lo recuerde. Le aviso a sus hermanas dos semanas después y ellas se pusieron muy celosas y se quedaron asi pensando en una venganza, cosa que no pudieron.

Zaturo y Delacienta se quedaron juntos para siempre y vivieron muy felices.

FIN

“Yo me llamo Marianela, vivo en un pueblito llamado Benitez, que ahora hay 100 habitantes, antes había más pero la gente se fue yendo porque no había teléfono, ni luz, ni médicos, ni medios de transporte, la gente se manejaba con carretas.

Había fabricas, más almacenes, una planta de silos que actualmente sigue funcionando.

No había asfalto. El asfalto llegó hace pocos años, apareció también el teléfono y la luz.

Muy poca gente anda a caballo porque aparecieron los vehículos, pasa el tren, hay un club, una capilla, una escuela, una placita, un dispensario atendido por doctores una vez por semana.

Tenemos el acceso iluminado que antes no teníamos y tres comisiones, una de fomento, otra de la capilla y una de la escuela.

Hay muchos espacios verdes que están cubiertos de arboledas.

Por lo menos el pueblo sigue adelantando para no quedarse atrás”.

“Hola les quiero decir que siempre me pregunto por qué la ciudad de Buenos Aires no está preparada para la circulación de personas con movilidad reducida.

Yo me desplazo con un andador y se me hace muy difícil circular por las veredas que están rotas, hay

edificios sin ascensores, entre otras cosas…”