Wilde, Oscar, El príncipe feliz. Buenos Aires. Emecé. 2007
Traducido por Jorge Luis Borges
Ilustrado por Carlos Nine
La estatua del príncipe está ubicada en lo más alto de la ciudad. Desde allí puede ver todo lo que sucede. Así descubre la pobreza, el sufrimiento y la injusticia, sentimientos que desconoce pues, en vida, un alto muro lo protegía de la realidad. Era un adolescente feliz.
Una golondrina que, retrasada en su migración, llega a sus pies, refugiándose del frío, se convierte en su fiel compañera y mensajera. Noche tras noche despoja a la estatua del príncipe de la riqueza que lo cubre y la entrega a los habitantes más necesitados.
Cumplida su misión, el pájaro muere de frío, ante este hecho, el corazón de plomo de la estatua, se parte de dolor. Ambos-corazón y ave- son llevados por un ángel al jardín del paraíso.
Para leer con niños desde doce años.
(Aclaración: este libro puede ser usado con alumnos de primero, segundo y tercer año del nivel medio)