Hasta hoy hay tiempo para visitar “Muselina negra”, la muestra multimedia y homenaje póstumo a Annemarie Heinrich ofrecida en el Espacio Casa de la Cultura desde el mes de octubre. Se trata de una serie de fotografías de las actrices Laura Hidalgo y Ana María Lynch tomadas en los años 50, además de instalaciones plásticas y la exhibición de trajes del diseñador Pablo Ramírez. Con el reciente fallecimiento de la diva Hidalgo, la exposición se convirtió en un evento de singular significado y homenaje.

Annemarie Heinrich, fallecida el pasado 22 de septiembre, será recordada por siempre como la fotógrafa que retrató a las grandes divas de la época dorada del cine argentino durante los años 40 y 50. Tita Merello, Carmen Miranda, Rosita Contreras, Tania, Mirtha Legrand, Zully Moreno, Laura Hidalgo y Ana María Lynch –además de figuras de la talla de Eva Duarte, Jorge Luis Borges, Marlene Dietrich y el poeta chileno Pablo Neruda–, fueron algunas de las diosas del mundo del espectáculo que posaron ante su lente, y quedaron inmortalizadas en imágenes perfectas, que trascienden las épocas y evocan un tiempo de esplendor y glamour para el séptimo arte.

"Muselina Negra", la muestra que la Secretaría de Cultura porteña mantiene abierta al público hasta hoy a las 20 hs. en el privilegiado Espacio Casa de la Cultura, sirve de homenaje póstumo a la sin igual fotógrafa a través de una selección de retratos de las actrices Laura Hidalgo y Ana María Lynch, dos de las grandes divas del cine nacional de mediados del siglo pasado. Luego de la noticia recibida desde California respecto del reciente deceso de la diva Hidalgo, la puesta se revalorizó en su significado.


MIRADAS CRUZADAS

-Annemarie Heinrich nació en Darmstadt, Alemania, en 1912, y murió en Buenos Aires en 2005. Cursó estudios en Berlín, y en 1926 se trasladó a la Argentina con su familia, que se radicó en la provincia de Entre Ríos. Ante la carencia de escuelas de esa especialidad, se formó de manera práctica trabajando en laboratorios y tomando fotos hasta que, en 1930, abrió su primer estudio en Buenos Aires. Dos años más tarde se trasladó a un estudio mayor, y empezó a trabajar para revistas y a fotografiar a las grandes figuras locales y extranjeras que actuaban en el Teatro Colón. Sus fotos fueron también tapa de las revistas Antena y Radiolandia durante cuarenta años. A partir de 1937 fue requerida por el cine como fotógrafa permanente de publicidad y retratista de primeras figuras. Realizó la primera exposición individual en 1947 y sus fotos comenzaron a aparecer en revistas europeas y americanas. Presentó su obra en Francia, Italia y Alemania. Publicó en 1962 el libro El ballet en la Argentina, con 233 fotos seleccionadas entre miles, un testimonio de esa disciplina entre 1934 y 1960. En 1975 fue designada académica de la Comisión Nacional de Cultura; en 1979 integró como miembro fundador el Consejo Argentino de Fotografía; en 1980 fue invitada de honor al VII Salón Nacional de Fotografía, y en 1982 a la Exposición Colectiva de Fotografía Latinoamericana en Suiza y París. Recibió el diploma de la Fundación Konex como uno de los cinco mejores fotógrafos argentinos. Fue homenajeada al cumplir sus cincuenta años en la fotografía e invitada por el Centro Cultural General San Martín, en donde expuso 350 obras. Se desempeñó como directiva de la Asociación de Fotógrafos Profesionales. En reconocimiento a la enormidad de su obra, fue declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Cuando falleció el pasado jueves 22 de septiembre, a los 93 años, llevaba muchos años integrada al territorio de las grandes leyendas de la historia del arte argentino.

-Laura Hidalgo nació en Rumania en 1927. Llegó a Buenos Aires siendo muy niña, y aquí encontró su vocación artística. Estuvo casada con Narciso Ibáñez Menta y vivía en California desde hacía más de diez años. Fue protagonista de una decena de películas en blanco y negro, entre las que pueden citarse El túnel (1952), El Morocho del Abasto (1950), Caídos en el infierno (1954), y La bestia debe morir (1952). Su filmografía incluye también Las campanas de Teresa (1957), de Carlos Schlieper; Más allá del olvido (1956), de Hugo del Carril; María Magdalena (1954) y Armiño negro (1953), de Carlos Hugo Christensen; La orquídea (1951), Derecho viejo (1951), Juan Mondiola (1950) y Cinco grandes y una chica (1950), entre otras. La muestra abierta en el subsuelo del edificio de Avenida de Mayo 575 incluye la proyeccón de fragmentos de algunos de estos filmes.

LA MUESTRA
 
La productora artística Lucía Tebaldi y el curador Adolfo Agopián tuvieron la idea original de esta exposición y se acercaron al Museo del Cine en busca de imágenes de Hidalgo y de Lynch, mujeres a la vez románticas y apasionadas. Las tapas de revistas como El Hogar, Sintonía, Alta Sociedad y Radiolandia, los medios en que trabajaba Heinrich, retraban a estas divas por aquellos años, y también se cuidó que estas imágenes estuvieran presentes en la propuesta.

Además, Analía Zalazar y Verónica Romano, dos jóvenes artistas plásticas que realizaron obras originales en relación con el universo de las dos actrices, integraron sus producciones a las fotos de Heinrich. Como disparador de sus creaciones, tomaron dos películas a manera de ejes de la muestra: La Quintrala (1955), dirigida por Hugo del Carril, y La Orquídea (1951), de Ernesto Arancibia. Además, el diseñador Pablo Ramírez realizó dos vestidos inspirado en las actrices, que quedaron instalados en el mismo espacio.