Vista de la fachada

Historia: Las “casas colectivas” o de “renta” nacieron como una posibilidad de inversión de grupos con recursos económicos para la construcción de edificios destinados al alquiler. Significaron un tipo de vivienda que dio respuesta a las necesidades de los sectores empobrecidos del centro de la ciudad y permitieron erradicar muchos conventillos.
Las “casas colectivas” tuvieron su auge cuando se incorporaron las estructuras metálicas en la construcción (se tomó como referencia los Hoffs austriacos), lo que permitió edificar en altura. La vivienda se hizo más compacta, con los ambientes principales orientados al exterior, reemplazando las galerías interiores por amplios balcones exteriores.
La Casa Colectiva Valentín Alsina fue construida en 1919 e inaugurada oficialmente por sus propietarios en 1921.
Su estilo europeo (ecléctico, que resume prácticas arquitectónicas anteriores) era innovador para la época. Su fachada, que ha sido conservada a través de los años, presenta ventanales rectangulares de grandes dimensiones, que también mantienen sus materiales originales. Estas características lo convierten en un edificio histórico.
Sus instalaciones fueron escenario de filmaciones publicitarias y se convirtieron en un lugar visitado por los turistas que recorren en el barrio de Parque de los Patricios.
Obtuvo el reconocimiento de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires (actual Ministerio de Cultura) que la consideró “Testimonio Vivo de la Memoria Ciudadana” por haber mantenido hasta el presente su carácter y decoración original. Precisamente, ése es el texto de la placa colocada en su fachada.