Cultura

25 de mayo mataderos

Atlas de fiestas y celebraciones: Novedades de Mayo

 

Los desafíos que presenta la realización de un relevamiento y registro de bienes y expresiones culturales, como en nuestro caso las fiestas, celebraciones, conmemoraciones y rituales de la ciudad de Buenos Aires, son asimilables a los retos que en otros países, localidades, ciudades y regiones se están presentando a la hora de tomar decisiones sobre el “patrimonio inmaterial”, así denominado por la UNESCO. Entre los días 13 y 16 de abril del corriente año, en Bogotá, Colombia, se llevó a cabo el Seminario “Patrimonio Cultural: Gestión, Participación y Acción” (organizado por la Fundación Erigaie y con la participación de funcionarios del Programa de Patrimonio Inmaterial del Ministerio de Cultura), del cual participamos. Resulta de interés comentar brevemente en este espacio, algunos de los retos y problemas que hoy plantea este campo asociado a las políticas y gestión del patrimonio.

Resulta interesante que el eje que atravesó el seminario fue la cuestión metodológica –sin duda permeada por los temas conceptuales-: entre la visión sobre el inventario/relevamiento/registro, una metodología de identificación de bienes y expresiones inmateriales y la perspectiva asociada a la metodología participativa, se constituyó el debate. El problema metodológico planteado no está ajeno de la reflexión sobre qué identificar, seleccionar –en relación a Listas Indicativas o Representativas- y activar como manifestaciones patrimoniales. De hecho, fue parte de la discusión el problema de la representatividad de una fiesta, como por ejemplo el Carnaval de Barranquilla –tanto a nivel de la ciudad de Barranquilla, como de la nación colombiana, así como de la Humanidad en tanto Unesco lo ha declarado en esos términos-. En suma este asunto lleva al tema de la identidad(es), así como a la cuestión de la producción, circulación y distribución de patrimonios definidos como inmateriales enmarcados en lugares y situaciones periferizadas de los centros mundiales.

Unesco nos reclama la realización de “inventarios” de expresiones culturales ligadas a grupos sociales generalmente definidos minoritariamente. Pero no establece una metodología apropiada, y más bien produce un trasvasamiento de instrumentos que son usados para la definición, selección y patrimonialización de bienes construidos. En este sentido, quienes nos encontramos en el novedoso del campo del patrimonio inmaterial recurrimos a herramientas y estrategias que provienen de la antropología: la observación etnográfica resulta la técnica por excelencia a fin de inventariar y de visibilizar expresiones que aparentemente están ocultas y/o discriminadas –este asunto lleva a un tema sumamente controvertido-. El inventario acaba construyéndose entre la numeración, taxonomía y clasificación de “especies expresivas” y sobre la base de la observación –en ocasiones complementadas con entrevistas- y la confección de fichas de inventario donde se encasillan componentes de la expresión relevada. Esta forma de abordar la problemática nos trae serios debates en torno de la analogía que acabamos haciendo entre las especies naturales, el patrimonio construido y las expresiones culturales, así como del encasillamiento inmutable de manifestaciones que solo fijamos en lo inmaterial (sin considerar lo material), creando productos y omitiendo procesos (entre los cuales desconsideramos relaciones y prácticas sociales desiguales). La metodología participativa como alternativa al inventario realizado por el experto, parece la opción viable. Se espera que en tanto sean los sujetos y grupos involucrados quienes confeccionen el inventario, las decisiones representen el mundo social que ellos expresan. Obviamente esta perspectiva desecha la cuestión del poder que atraviesa todo contexto participativo.

El Atlas de Fiestas, Celebraciones, Conmemoraciones y Rituales que hemos realizado no se ha quedado en el inventario, sino que ha procurado superarlo bajo la idea del registro. Pero si bien ha producido la visibilización de grupos relegados, no se ha construido con la voz y participación de ellos. El Atlas y quienes lo realizamos estamos comprometidos con estas reflexiones que evidentemente no acaban en este punto. Es nuestro interés volver sobre algunos otros aspectos que fueron debatidos en el seminario mencionado, sobre todo porque dicho evento da cuenta de la problemática que en los últimos años involucra a políticos, gestores, expertos y especialistas en el tema.

¿Sabía usted la historia de los festejos por el 25 de Mayo en nuestra ciudad?

Desde 1811, el 25 de Mayo fue celebrado en Buenos Aires como la “fiesta patria” por excelencia, ya que además era la única que se festejaba con espontáneo júbilo por toda la ciudadanía porteña. En aquellos primeros aniversarios era común que viniera gente de los alrededores, curiosa por ver los espectáculos, que solían comenzar el 24 y terminar el 26. En el primer aniversario se inauguró incluso la Pirámide de Mayo, monumento conmemorativo que todavía se encuentra en la Plaza de Mayo, aunque corrida más al este.
La Asamblea de 1813 declaró al 25 de Mayo como fiesta cívica. Años más tarde ya era común que los escolares marcharan por la Plaza de la Victoria (hoy Plaza de Mayo) con banderas argentinas y exclamando loas patrióticas. También se festejaba con juegos populares y cohetes; palos enjabonados, cucañas y rompecabezas. En 1840 se celebró incluso un baile en el Fuerte en honor del Gobernador Juan Manuel de Rosas, fiesta que luego sería incluida por José Mármol en su novela “Amalia”. Posteriormente fueron tradicionales los bailes en el Club del Progreso y las representaciones especiales en los distintos teatros de la ciudad. Los desfiles militares se hicieron frecuentes hacia 1890 y al cumplirse el centenario de la Revolución de Mayo en 1910, la ciudad se vistió de fiesta como nunca antes había ocurrido.
El 25 de mayo se festeja todos los años en Buenos Aires y de diversas maneras. El “Tedeum” en la Catedral con la presencia del Presidente de la Nación es característico de este día, lo mismo que el tradicional chocolate con churros que suele ofrecerse en distintos lugares. Muchos barrios celebran su “propio” 25 de mayo en sus principales plazas y parques. Esto es lo que ocurre en Mataderos, donde la Feria de Artesanías que depende de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad, organiza todos los años distintos actos conmemorativos.

Y como siempre…

Los invitamos a consultar las fichas etnográficas de las fiestas, celebraciones, conmemoraciones y rituales que tienen lugar en la ciudad de Buenos Aires durante el mes de mayo de 2009.

La principal celebración del mes de mayo corresponde al aniversario de la Revolución de Mayo, la cual junto con el 9 de julio, es una de las dos más importantes fiestas cívicas de la Argentina. El festejo se inicia el 25 de mayo a las 0:00 hs. desde el Cabildo, donde el Regimiento de Patricios entona el himno nacional argentino y ocho horas después, el mismo cuerpo militar es el responsable del izamiento del pabellón patrio en la Plaza de Mayo. Por otro lado, en la Feria de Mataderos (en Lisandro de la Torre y Avenida de los Corrales) se realiza una tradicional conmemoración del 25 de mayo entre las 11:00 y 20:00 hs. Por último, cabe destacar que como festejos por el inicio del bicentenario, el gobierno porteño está organizando un espectáculo alusivo en el Obelisco que se llevará a cabo el 24 de mayo desde las 20:00 hs.
Asimismo, los 22 de mayo se lleva a cabo el tradicional cambio de guardia el Regimiento de Patricios en el Cabildo (no obstante, este año el ritual se realizará el día 21 de mayo a las 19:00 hs).

En otro orden, durante el mes de mayo hay varias celebraciones religiosas católicas:

  • 8 de mayo – Procesión con la Virgen de Luján alrededor de la Plaza Flores organizada por la parroquia San José de Flores.
  • 11 de mayo - Santa Lucía de Siracusa: Se celebra el segundo domingo de mayo en la Iglesia San Juan Evangelista ubicada en Olavarría 486, esquina Martín Rodríguez, barrio de La Boca. La misa tendrá lugar a las 11:30 horas y la procesión a las 16:30.
  • 13 de mayo – Nuestra Señora de Fátima: La misa y procesión se celebra entre las 18:00 y las 21:00 hs en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima  ubicada en Roosevelt 2066, barrio de Belgrano.

Por último, cabe destacar también las fiestas relativas a distintos barrios porteños:

  • 14 de mayo: Día del barrio de Nueva Pompeya.
  • 14 de mayo: Día del barrio de Monte Castro.
  • 15 de mayo: Día del barrio de Parque Chacabuco.
  • 31 de mayo: Día del barrio de Flores.

Los invitamos a visitar la página web del Atlas de Fiestas, Celebraciones, Conmemoraciones y Rituales, donde se pueden consultar las distintas fichas etnográficas correspondientes a estas y otras expresiones culturales.
Toda esta información podrá encontrarla en el Atlas de Fiestas, celebraciones, conmemoraciones y rituales.

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