El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, negó de plano desavenencias con la Iglesia y dijo que por el contrario existe un trabajo diario mancomunado “a favor de la educación, de la inclusión social y en la lucha contra la pobreza” de los vecinos más postergados de la Ciudad de Buenos Aires.

En se sentido, Macri señaló que la labor conjunta proseguirá de forma normal a pesar de que la Iglesia no esté de acuerdo con la decisión del Gobierno porteño de no apelar el fallo que autorizó el casamiento de parejas homosexuales.

“Seguimos trabajando a diario con la Iglesia, así como con las otras colectividades y con las ONG para que no haya divisiones entre lo público y lo privado que es la forma de salir de la pobreza y lograr la inclusión”, puntualizó en declaraciones formuladas al inaugurar una obra de urbanización en el barrio Los Piletones.

Por otra parte, dijo que el operativo de decomiso que realizó el Gobierno porteño en un depósito de Constitución, donde se almacenaba mercadería en mal estado que iba a ser puesta a la venta a la población es una tarea que se inscribe en “el estricto control que hacemos en todos los lugares donde corra riesgo la salud de la población”.

“Trabajamos fuertemente para el evitar que el descontrol continúe con esta mercadería trucha, robada por piratas de asfalto, que se coloca en la red de venta ilegal”, añadió.

En relación con la red de subterráneos, Macri dijo que la Ciudad continuará los trabajos de ampliación de las líneas A, B y H y que “en unos días el Gobierno saldrá a busca financiamiento para terminar lo antes posible”.

Pero respecto de la prolongación hacia Catalinas de la línea E, que está a cargo del Gobierno Nacional, Macri advirtió a los vecinos que “habrá un importante conflicto de tránsito por los próximos dos años y medio” en la zona del Bajo.

En otro orden, confirmó que el Gobierno apelará la medida judicial que ordena reponer en el cargo al removido director del Hospital Cosme Argerich, Donato Spaccavento.

“Consideramos que Spaccavento no está en condiciones de dirigir el Argerich porque no tiene antecedentes, y cuando lo manejó fue porque es amigo de los Kirchner, pero esa no es una razón para dirigir uno de los hospitales públicos más importantes de la ciudad”, apuntó.