El huevo es un alimento muy completo, aporta proteínas, grasas de buena calidad (mayormente insaturadas), vitaminas y minerales, entre ellos calcio, iodo, selenio, colina y vitaminas A, B, D y E. En cuanto al colesterol, un huevo aporta aproximadamente 190 mg, en la actualidad son varias las guías internacionales que eliminaron la restricción de limitar la cantidad diaria a 300 mg, ya que el colesterol proveniente de la dieta se absorbe en un pequeño porcentaje y el impacto en los niveles en sangre es bajo. En este sentido, las Guías Alimentarias para la Población Argentina recomiendan incluir hasta un huevo por día. También, aporta más de 6 g de proteína, lo que representa alrededor del 10% de la recomendación diaria de un adulto y el 30% de la de un niño en edad escolar. Sus proteínas son de alto valor biológico, ya que contienen los 9 aminoácidos esenciales.
En el hogar, se recomienda evitar dejar los huevos a temperatura ambiente o expuestos a la luz solar o a fuentes de calor, conservarlos en la heladera y retirarlos al momento de la preparación. No deben entrar en contacto con otros alimentos que puedan contaminarlos. Según el Código Alimentario Argentino, un huevo se considera fresco cuando no ha sido sometido a temperaturas inferiores a los 8ºC o cuando, mantenido a temperatura ambiente, no supera los 30 días de la fecha de postura.
Debido a sus propiedades físico-químicas, el huevo es un ingrediente muy útil en la cocina, se puede usar como espumante, emulsionante, colorante, aglutinante y coagulante. Algunas preparaciones con huevo crudo pueden resultar peligrosas. Por eso se recomienda cocinar siempre hasta que la yema y la clara estén firmes, lo que se produce alrededor de 75ºC.
Cómo determinar la frescura del huevo:
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Al sumergir el huevo crudo en una solución de agua con 10% de sal, este debería hundirse. Si el huevo flota significa que no es tan fresco o que las condiciones de conservación no fueron adecuadas.
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Al cascar el huevo, la yema debería quedar centrada y suspendida en la clara. A medida que pasa el tiempo, la clara pierde consistencia y eso hace que se desparrame en el plato. Si la yema también lo hace, el huevo es menos fresco.
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Una vez cocido, si el tamaño de la cámara de aire existente entre la clara y la yema es pequeña significa que el huevo es fresco.
Algunas ideas de preparaciones rápidas con huevo son:
En preparaciones saladas: omelette, tortillas, budines, milanesas, croquetas, terrinas, tartas, quiches, waffles, ensaladas, tostados, revueltos, etc.
En preparaciones dulces: budines, tortas, waffles, magdalenas, crema pastelera, galletas caseras, bizcochuelos, vainillas, piononos, tartas dulces, etc.
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