Mujeres, escritura y memoria

Elegimos 9 autoras con el objetivo de divulgar sus relatos, destacar sus voces y hacer memoria para valorar la importancia de la libertad de expresión y dar lugar a aquellas voces que a lo largo de la historia fueron acalladas e invisibilizadas.

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El 24 de marzo de 1976, la Argentina fue víctima de un golpe de Estado cívico-militar en contra del orden democrático y republicano establecido. Su impacto fue profundo en lo político, pero también en lo económico, lo social y lo cultural.

Durante la dictadura se buscó controlar los discursos, expresiones y espacios en dónde se forjaban las ideas. Por eso, la cultura y la educación fueron controladas y censuradas con el objetivo de impedir la libre circulación de ideas y el desarrollo del pensamiento crítico.

Se llevó adelante un plan sistemático de desaparición de libros y de personas asociadas con esos libros; allanamientos a editoriales y domicilios particulares, quemas y prohibición de la distribución, venta y circulación de libros y la censura de autores y autoras.

Esto fue la violación sistemática del derecho a la libertad de expresión que se impuso a través de acciones, a veces secretas y muchas otras veces públicas, enmarcadas en una orden burocrático. Órdenes de secuestro, con número, fecha, firma y decretos publicados en el Boletín Oficial de la Nación que dejaban registro por escrito de todo lo que sucedía, como si la vida continuase en la normalidad democrática.

Esta práctica de censura reconocía implícita y explícitamente el valor de los libros como una herramienta de circulación y divulgación de ideas, dándole un valor simbólico de transformación a las ideas y su expresión.

Esta censura sistemática afectó a las mujeres del mundo de los libros que fueron silenciadas por una doble vía. Por un lado, por su condición de personas de la cultura, sufrieron la censura y prohibición de sus obras y fueron perseguidas y, en muchos casos, desaparecidas y, por el otro, como mujeres, sus ideas políticas fueron invisibilizadas en razón de su género.

Muchas escritoras narraron la oscura situación de nuestro país desde sus subjetividades, y por ellos debieron afrontar persecuciones, censuras y prohibiciones, que las llevaron a esconder sus textos o afrontar condenas que las condujeron al exilio.

Algunas de ellas, además, nos presentan personajes que por ser mujeres atraviesan situaciones de violencia sexual y ensañamiento de sus captores. Estos relatos resultan un reflejo de la situaciones que vivieron muchas de sus compañeras o incluso ellas mismas durante la dictadura.

Del universo de autoras censuradas, elegimos 9 que tienen sus obras en las bibliotecas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con el objetivo de divulgar sus textos, destacar sus relatos y hacer memoria, para valorar la importancia de la libertad de expresión y reafirmar nuestro compromiso con visibilizar voces históricamente silenciadas.