Valeria Schapira es una reconocida periodista con una extensa y variada carrera. Sus nueve libros publicados abarcan temáticas tan distintas como la recopilación de sus mejores entrevistas a referentes del espectáculo y la política o el recorrido de sus historias amorosas. Pero hoy Schapira es la entrevistada y se pone al otro lado del micrófono como una de las máximas referentes y voceras en defensa de las mascotas. Junto a ella se sienta Joy, su manso y encantador Golden de 7 años que se convirtió en su más incondicional compañero y en una de las causas por las que su vida dio este inesperado giro.
“Mi relación con las mascotas empezó de grande, aunque mi deseo comenzó mucho antes. Toda la vida mi sueño fue tener un perro y no podía porque siempre laburé y viajé un montón. Me casé y mi ex tampoco quería. Bueno, nada, cosas de la vida. Con el tiempo, Joy apareció como un capricho y se transformó en mi mejor maestro. Fue así: quería un perro y salí a comprarlo, como quien dice “me voy a comprar un par de zapatillas”. Lo busqué en un criadero y ahí era un muñeco. Era un peluche. Y bueno, él me eligió a mí, como suele pasar. Había dos en una jaulita. Él tenía una cintita violeta”, recuerda Schapira.
La historia de Joy es una historia difícil. “Siempre estaba en un rinconcito, tirado. Nunca fue un cachorro feliz.” Desde los 6 meses, este Golden sufre de una enfermedad en sus caderas conocida como displasia que le perjudica mucho el andar. Valeria notó que algo andaba mal cuando de chiquito empezó a renguear. Así comenzó una larga peregrinación por distintos veterinarios hasta que el valiente Doctor Gerosa se animó a operarlo: “Fue tan honesto que me dijo ‘yo lo opero pero no te puedo garantizar que este perrito vuelva a caminar´. Y mirá, ahí anda”, comenta mientras lo mira a Joy olfatear a todos los vecinos del barrio. “Joy es el signo de la resiliencia más absoluta. Porque es el perro más bueno que hay. Es increíble lo que te enseñan los animales.”
Así fue como Valeria Schapira, tras ver el sufrimiento de Joy, comenzó su nueva historia dedicando tiempo y esfuerzo a la difusión de la adopción responsable de mascotas y en contra del abandono de animales. “Quizás si él no hubiera pasado por todo lo que pasó yo no hubiera tomado conciencia. Siempre le he dado de comer a los perros en la calle y esas cosas que son una gota en el océano. Pero, desde que apareció Joy, empecé a comprometerme bastante más. Si estás en condiciones de adoptar, adoptá. Si realmente deseás un perro de raza y tenés espacio, podés comprar uno y adoptar otro.”
¿Cómo fue que empezaste a comprometerte más con la difusión de la adopción de mascotas?
“También tuvo que ver con un cambio personal. Yo ya no hago ni siquiera las mismas cosas a nivel mediático. Mis valores empezaron a ser otros y ellos son parte del reflejo de esto. Cuando empezás a tomar conciencia de que no te llevás nada de esta vida y que lo ideal es, si podés, estar en ese mundo para tratar de aliviar el dolor a alguien, así sea un animal o una persona… ¡en buena hora! Siempre estuve con el tema de perros callejeros pero no hacía nada. Veía un perro en la calle lloraba y me iba. Y tampoco sabía por dónde arrancar el camino. Así que me empecé a conectar de a poco con los refugios y me di cuenta que quizás mi modesta ambición era conectar gente en esto. Hacer de puente…”
Así, Schapira comenzó a “pasar el mensaje”, a difundir la causa. “Joy ha sido mi mejor maestro, porque yo estaba sola y quería una compañía, desde el egoísmo más absoluto. Y la verdad es que él me ha enseñado todo. Por eso trato de hacer lo que puedo, desde mi lugar de comunicar, yo he podido ser el nexo de alguna manera. No tengo el espacio pero trato de dedicarle tiempo a esto.”
Valeria Schapira entonces, desde su estilo simpático y divertido, abrió el perfil de facebook de su propio perro. Su intención inicial fue mostrarle a sus amigos las fotos de Joy, pero después se dio cuenta que ese espacio era ideal para lograr “una cadena” y a hacer correr la voz. Hoy son más de 5 mil las personas que se conectan y ayudan a través de esta red social difundiendo necesidades de refugios, animales perdidos y animales encontrados. “Yo me pregunto si tiene sentido y después digo, bueno si aparece un medicamento que esta gente necesita, valió la pena.”
¿Alguna vez rescataste vos un animal de la calle?
La única vez que levanté un perro de la calle me lo llevé al programa de Alejandro Fantino. Sí, le caí a Fantino con el perro. Lo terminó adoptando Matías Alé. ¿Cómo terminó la historia? Lo enfocaron al perro y se transformó en el protagonista de la noche. Matías se conmovió y se lo llevó.
¿Qué es lo más lindo de tener una mascota?
Que ellos te conectan con lo mejor de vos. Yo creo que uno no tiene una mascota sino que la mascota te tiene a vos. Cuando me dicen “¿ése es tu perro?” yo siempre contesto “No, yo soy de él”. Ellos son nuestros mejores maestros pero uno tiene que estar dispuesto a aprender la lección. No te podés ir de esta vida sin tener un perro. Y la gente que tiene gato dice lo mismo, quizás haya que tener también un gato… “
