Jueves 06 de Noviembre de 2014

Consejos para el cuidado de tu mascota: cómo administrar un medicamento.

Cuando el veterinario nos indica alguna medicación para nuestra mascota, a veces es complicado que la trague y que no nos muerda en el intento o la escupa. Veamos algunos consejos para cumplir con el tratamiento y que nuestra mascota no se estrese.

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Los medicamentos pueden estar presentados de distintas formas para que pueda selegir según tu mascota: pueden ser comprimidos, cápsulas, jarabes, suspensiones, etc.

Por ejemplo, si tenés un perro, podés administrarle un comprimido disfrazado dentro de un trocito de queso fresco. En general lo comen bien de esta forma, pero si lo escupe, tendrás que ponerle el comprimido solo al fondo de la boca y cerrársela rápidamente, manteniéndola cerrada hasta que trague. La clave es colocar el comprimido bien al fondo.

Si el animalito es un gato, en general suelen detectar los medicamentos escondidos en alimentos, así que se podés utilizar otro truco: pulverizá el comprimido, hacerlo pasta con dulce de leche en poca cantidad, y aplicalo en la cara dorsal de sus manos. Por más que tenga feo gusto el gato no soporta estar sucio así que se lavará y lo ingerirá de todas formas.

Si de todos modos esto no funciona, podés intentar el mismo mecanismo que con el perro (colocando la pastilla bien al fondo y cerrándole la boca), aunque a veces este mecanismo resulta imposible en ciertos gatos. Si este es tu caso podés solicitarle a tu veterinario que te recete algún medicamento en suspensión o jarabe para poder administrárselo con jeringa en la boca cerca de la comisura labial (de costado). Si luego de varios intentos no es posible administrarlo de ninguna manera, tu veterinario puede optar por la medicación inyectable, que puede aplicar hasta el fin del tratamiento.