Miércoles 15 de Julio de 2015

Schinus areira

Planta del Mes

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De la familia Anacardiaceae, es un árbol originario de la región andina de Sudamérica: Bolivia, Chile, Perú; en nuestro país es una especie característica de la porción boreal del Monte y Chaco serrano. Toma numeroso nombres vulgares según la distribución: aguará ibá guazú, molle, gualeguay, aguaribay, árbol de la pimienta, pimentero, terebinto. Fue el árbol sagrado de los incas quienes lo llamaban "mulli”, castellanizado en "molle".

De fuste grueso, cubierto por una corteza pardo-grisácea, a veces rojiza, escamosa, impregnada de una resina muy fragante. Copa globosa y con ramaje colgante, de follaje péndulo, persistente, glabro, resinoso; tiene aspecto de “llorón”. Hojas alternas, compuestas, con folíolos sésiles, de bordes aserrados y ápice agudo. Las inflorescencias aparecen en panojas axilares y terminales, con flores imperfectas, dispuestas en pie separados (es una especie dioica). Son pequeñas, verde amarillento, las femeninas se convierten en frutos llamados drupa, globosos, de un atractivo color rosado profundo a la madurez; de sabor dulce y picante, son aromáticos y se usan como sustituto de la pimienta, que llaman “pimienta rosada”.

Esta especie a veces es confundida con Schinus molle. Según Martínez Crovetto ambas se diferencian por el ápice de los folíolos, por el número de pares de folíolos (en S. molle es de 1-8, mientras que en S. areira es de 2-25.). Otro carácter que toma en cuenta es la longitud de los pecíolos, siendo mayor en S. areira. Otra diferencia importante es su dispersión natural: S. molle habita en el Litoral y nordeste argentino, mientras que S. areira penetra desde Bolivia por el noroeste del país hasta el centro de la Argentina.

Es resistente a la sequía y a las heladas, aunque los ejemplares juveniles son sensibles al frío. Es una especie asociada a muchos paisajes naturales del norte argentino; para los pobladores constituye un recurso de importancia por sus múltiples aplicaciones: sombra, cortina de viento, combustible, condimento, uso medicinal, veterinario y bioinsecticida. Sus hojas tienen propiedades tintóreas.

Sus propiedades fueron destacadas desde siempre y es nombrado en la mayoría de los autores que escribieron sobre América; ya figura en la “Historia Natural” escrita en 1569 por Monardes, el primer médico naturalista que estudió y aplicó plantas medicinales en América. Se dice que su resina servía para embalsamar los cuerpos de los incas, “a fin de que incorruptos se conservasen en sus guacas o sepulcros”. Actualmente en algunos pueblos de los Andes peruanos se ponen ramas del árbol en el ataúd debajo de la cabeza de los muertos. Frotando sus hojas en el cuerpo es repelente de insectos, se menciona que los trabajadores de las viñas peruanas se defendían de los mosquitos poniéndose en la cabeza una guirnalda de hojas.

En el jardín hay varios ejemplares, uno de ellos de gran porte cercano al conjunto escultórico “La 6° Sinfonía de Beethoven”.