Viernes 01 de Agosto de 2014

Paseos a través del tiempo

La Ciudad propone una serie de recorridos autoguiados por el Casco Histórico de Buenos Aires que son una atractiva opción para realizar en familia en los últimos días de las vacaciones de invierno. El detalle con las atracciones.

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La Ciudad propone una serie de recorridos autoguiados por el Casco Histórico de Buenos Aires que son una atractiva opción para realizar en familia en los últimos días de las vacaciones de invierno.

La propuesta se potencia con las recientes obras en la zona de la Manzana de las Luces que facilitan el paso peatonal y el desarrollo turístico.

Hay diversas maneras de conocer el Casco Histórico y su entorno, su patrimonio es tan rico que presenta múltiples caras para poder descubrirlo.

Los circuitos autoguiados que se presentan, permiten hacer un reconocimiento de algunos sectores del Casco Histórico y sus lugares significativos.

La Avenida de Mayo constituye el Eje Cívico de la Ciudad de Buenos Aires, uniendo la Casa de Gobierno con el Congreso Nacional. Concebida por Don Torcuato de Alvear, fue inaugurada 1894, convirtiéndose en símbolo de la modernidad.

El Sector este del barrio Montserrat, constituye el centro fundacional de la Ciudad. Alberga espacios y edificios emblemáticos que hicieron a la historia de la ciudad y del país, como la Manzana de las Luces. Las primeras construcciones las hicieron los jesuitas a mediados del siglo XVII. De ellas sobreviven hasta hoy la Iglesia San Ignacio, la más antigua de la Ciudad y la Procuraduría de las Misiones. Incluye también al Colegio Nacional de Buenos Aires, en el que se formaron dos siglos de pensadores, intelectuales y políticos de renombre.

Con eje fundamentalmente sobre la calle Balcarce, entre las avenidas Belgrano e Independencia, este circuito se caracteriza por el cambiante ancho de sus calles adoquinadas, sus estrechos pasajes y sus magníficos edificios. Actualmente, el circuito Balcarce-Chile se caracteriza por la concentración de oferta nocturna con sus tanguerías, bares, restaurantes de gran categoría y casas de espectáculo.

Es uno de los barrios más antiguos de la ciudad y en sus orígenes fue habitado por las familias más adineradas de Buenos Aires, hasta que estallara la epidemia de la fiebre amarilla en 1871 y se produjera su mudanza al sector norte. Actualmente la principal atracción es la Plaza Dorrego, convirtiéndose en el corazón del barrio. En su entorno, sobre la calle Defensa, se concentran negocios de anticuarios que hacen del lugar un verdadero referente de los objetos del pasado.

El Parque Lezama es uno de los más hermosos de la Ciudad, por su forestación, su diseño y su barranca natural sobre la Avenida Paseo Colón, uno de los pocos tramos que aún se conservan de ella. Aloja gran cantidad de esculturas de reconocidos artistas y, sobre la calle Defensa, el Museo Histórico Nacional con su torre, mirador y galería, alberga objetos del período virreinal y de la época de la independencia. Por su parte, sobre la calle Brasil, se destacan las imponentes cúpulas eslavas de la Iglesia Ortodoxa Rusa, pieza única de la Ciudad.

La Iglesia Nuestra Señora de Montserrat, Monumento Histórico Nacional, da nombre al barrio que se encuentra en el área central de la ciudad y que se desarrolla desde el bajo hasta la avenida Entre Ríos.