Miércoles 22 de Junio de 2016

¿Qué estamos comiendo? Alimentos sin procesar vs. procesados

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La mayoría de las personas desconocemos el origen y el proceso de elaboración de la comida que llega a nuestra mesa. El ritmo acelerado de vida, las múltiples responsabilidades, la tendencia hacia la practicidad, entre otros factores, nos llevan a elegir productos industrializados en cuya composición abundan diferentes compuestos y agregados con un aporte mínimo o nulo para nuestro organismo.

De todas formas, la búsqueda por consumir menos de estos alimentos procesados se ha hecho más visible. Las cenas con amigos y las reuniones de trabajo incluyen cada vez más productos orgánicos, vegetarianos u opciones más saludables.

Si bien hoy en día el número de personas que se inclinan por alternativas más saludables a la hora de comer está en crecimiento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) demuestra que no toda la población sigue ese rumbo. En países tanto de ingresos altos como medianos y bajos, se está produciendo el cambio de patrones de alimentación basados en comidas preparadas a partir de alimentos sin procesar por otras elaboradas con productos ultraprocesados. Es decir, las comidas cada vez contienen menos ingredientes frescos y más procesados.

La siguiente clasificación puede ayudarte a identificar qué tipo de alimentos predominan en tu alimentación y así elegir de manera más consciente.

1. Alimentos sin procesar o mínimamente procesados: Son partes de plantas o animales que no han experimentado ningún procesamiento industrial o bien que se modificaron de forma tal que no se les agregó ninguna sustancia nueva (como grasas, azúcares o sal), pero que pueden implicar que se eliminen ciertas partes del alimento. Incluyen frutas y verduras (frescas o congeladas); frutas secas, pescados y mariscos, granos, legumbres, carnes frescas, huevos, leche, arroz, harinas, agua. Las técnicas de procesamiento mínimo prolongan la duración de los alimentos, ayudan en su uso y preparación, y les dan un sabor más agradable.

2. Ingredientes culinarios procesados: Son sustancias extraídas y purificadas por la industria a partir de alimentos. Se utilizan para condimentar o cocinar. Como por ejemplo: manteca, grasa animal, aceites, sal y azúcar.

3. Alimentos procesados: Los alimentos procesados se elaboran al agregar grasa, aceite, azúcar, sal y otros ingredientes culinarios a los alimentos mínimamente procesados, para hacerlos más duraderos y, por lo general, más sabrosos. Incluyen panes y quesos sencillos; carnes saladas y curadas; frutas, legumbres y verduras en conserva, extracto de tomate, frutas en almíbar o abrillantadas, pescados enlatados.

4. Productos ultraprocesados: La mayoría de estos productos contienen pocos alimentos enteros o ninguno. Vienen listos para consumir o para calentar y, por lo tanto, requieren poca o ninguna preparación culinaria. La gran mayoría de los ingredientes son aditivos: aglutinantes, cohesionantes, colorantes, edulcorantes, emulsificantes, espesantes, espumantes, estabilizadores, “mejoradores” sensoriales como aromatizantes y saborizantes, conservadores, saborizantes y solventes. Algunos ejemplos de productos ultraprocesados son: papas fritas y otros snacks como palitos, chizitos; sopas, pastas y salsas instantáneas; helados, chocolates, caramelos y golosinas en general; panes, galletitas industrializadas, en cuyos ingredientes haya aditivos como emulsionantes u otros; cereales endulzados para el desayuno; barras de cereal; mermeladas y jaleas; margarinas; bebidas gaseosas, jugos industrializados y bebidas energizantes; yogures y bebidas lácteas endulzadas y aromatizadas; productos congelados como pizzas, pastas, hamburguesas, salchichas, patitas de pollo; leche “maternizada” para lactantes.

No es que los alimentos no sean saludables sólo por el hecho de estar “procesados”. Muchos tipos de procesamiento son indispensables, beneficiosos o inocuos. En cambio, otros son perjudiciales para la salud humana.

¿Qué pasa al comer alimentos ultraprocesados en exceso?

Los platos tienen:

• Altas cantidades de calorías.

• Altas cantidades de azúcares y grasas no saludables.

• Alta cantidad de sal.

• Baja cantidad de fibra.

Esto ocasiona aumento del riesgo de obesidad y asociación con otras enfermedades no transmisibles como dislipemia en los niños y, por lo tanto, un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, de síndrome metabólico en los adolescentes y de obesidad en los adultos.

Según la OMS, los alimentos ultraprocesados son problemáticos para la salud humana por distintas razones:

• Tienen una calidad nutricional muy mala.

• Son extremadamente sabrosos, a veces hasta casi adictivos.

• Imitan a los alimentos y se los ve erróneamente como saludables.

• Fomentan el consumo de snacks.

• Se anuncian y comercializan de manera enérgica.

• Son cultural, social, económica y ambientalmente destructivos.

La alternativa para una alimentación más saludable es, entonces, volver a la comida casera. No se trata de eliminar los alimentos procesados y ultraprocesados por completo, sino de consumirlos con moderación y siempre acompañados de alimentos sin procesar. La clave está entonces en elegir alimentos frescos y cocinar. Este último hecho tiene además el beneficio emocional de compartir con otros las comidas que uno preparó.